Durante una reciente visita a Cúcuta, el canciller Luis Gilberto Murillo se encontró con los gobernadores de Norte de Santander, Arauca, Guainía y Boyacá, así como con representantes del sector económico, para abordar las necesidades de las regiones fronterizas. La reunión se centró en discutir la continuidad de los diálogos de paz con grupos armados.
Los mandatarios locales coincidieron en solicitar al Gobierno Nacional la persistencia de las mesas de negociación con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC, quienes mantienen una fuerte presencia en estas zonas.
El gobernador de Norte de Santander, William Villamizar, destacó que la prolongación de estos diálogos es crucial para asegurar la estabilidad en áreas como el Catatumbo.
Villamizar argumentó que, en territorios con una larga historia de conflictos, como Norte de Santander y Arauca, es esencial no solo continuar las conversaciones con las FARC, sino también reactivar el diálogo con el ELN.
Recordó que durante el cese bilateral del fuego se redujeron significativamente los índices de violencia, lo que subraya la importancia de renovar los esfuerzos de negociación.
Por su parte, Renson Jesús Martínez Prada, gobernador de Arauca, apoyó esta demanda al recalcar el impacto negativo de la reciente reactivación de la violencia desde la suspensión del cese al fuego el 3 de agosto.
Martínez Prada reportó más de veinte ataques recientes contra infraestructura y personal de seguridad, evidenciando la necesidad urgente de un nuevo acuerdo.
El canciller Murillo aseguró que el Gobierno está comprometido en mantener un canal de comunicación abierto con las autoridades fronterizas.
Expresó la esperanza de que las partes involucradas lleguen a un acuerdo para reanudar las conversaciones con el ELN y fortalecer las negociaciones con las disidencias de las FARC.
En conclusión, Murillo enfatizó que el objetivo primordial es mantener una frontera funcional y fortalecida, lo cual permitirá una mejor integración y cooperación entre los dos países para enfrentar los retos comunes, como la presencia de grupos armados en la región.