Aunque el Gobierno se ha vanagloriado con que su Administración es austera, desde que se posesionó el presidente Gustavo Petro junto a la vicepresidenta Francia Márquez, han demostrado que el ahorro no es propiamente una característica. Desde hace unos días, el Mandatario y su equipo han sido blanco de críticas por cuenta de los excesivos gastos en los servicios básicos de la Casa de Nariño, por cuenta de los altos costos mensuales que se gasta en el mercado.
La información fue dada a conocer durante un debate en el Congreso, en el que el senador Jonathan Pulido, más conocido como Jota Pe Hernández, hizo público que solo entre los meses de marzo y junio, el Departamento Administrativo de la Presidencia, Dapre, gastó cerca de 30 millones de pesos mensuales en esos servicios para el Palacio.
Según el documento revelado, Petro y Márquez gastan $ 4.731.347 en quesos, $ 3.507.962 en gaseosas, $ 2.643.651 en productos de panadería y pastelería, $ 2.420.697 en procesados, $ 1.576.876 en salchichas, $ 1.332.402 en salsas, $ 1.257.945 en jamón, $ 1.221.717 en papas en paquete y loncheritas, $ 1.073.237 en empanadas y $ 1.057.605 en galletas. Además de compras como $ 958.850 en tocineta ahumada, $ 869.999 en sándwiches, $ 656.057 en helados, $ 573.373 en pasabocas, $ 563.862 en enlatados, $ 527.984 en jugos y $ 514.446 en atún.
Esa revelación, que ha despertado toda una polémica, empezando por los altos costos en el mercado de la Casa de Nariño y seguido porque los alimentos que deja ver el documento no corresponden a una dieta muy saludable, dado que el Gobierno, especialmente el Mandatario, se ha dirigido varias veces al país recomendando que se debe mejorar la alimentación y hasta esa fue una de sus razones para subir los impuestos de los alimentos procesados.
A ello se le suma que el concejal electo Daniel Briceño publicó recientemente que el Fondo de Programas Especiales para la Paz de la Presidencia tienen presupuestado que se gastarán 10 mil millones de pesos en eventos en 53 días. Esto quiere decir que cada uno de esos encuentros planeados, por día, usarían $ 189.000.000.
Esas actividades, según indicó el próximo concejal, van del 8 de noviembre al 31 de diciembre de este año. Además, en los motivos de las reuniones se explica que el objeto es la “prestación de servicios operacionales y de funcionamiento que garanticen la organización, administración y realización de eventos y/o actividades que garanticen la ejecución de los requerimientos encaminados al logro y mantenimiento de la paz en las regiones”.
A todos estos gastos, que para muchos son excesivos e innecesarios, se les suma un decreto que publicó la Cancillería en el que se muestra que el ministerio creará más de 100 nuevos cargos: “Es necesario modificar la planta de personal del Ministerio de Relaciones Exteriores, con la creación de nuevos empleos para satisfacer las necesidades actuales de recurso humano, para cumplir con sus funciones y competencias”, señala el documento.
Los empleos estarán a disposición de Álvaro Leyva y es firmado por él mismo, además del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla y del director del Departamento Administrativo de la Función Pública, César Augusto Manrique. Esos nuevos cargos van desde la contratación de profesionales universitarios de grado 1 hasta auxiliares de Misión Diplomática de grado 26.
También, el documento señala que esos nombramientos se dividen en tres áreas: la primera, el Despacho del Ministro de Relaciones Exteriores; el segundo, el Despacho de jefes de misiones diplomáticas, y el tercero, oficinas consulares y la Planta global. En la primera habría 24 nuevos cargos, en la segunda 36 y en la última 65.