El Gobierno de Colombia aspira acordar una tregua con la guerrilla del ELN en el marco del tercer ciclo de diálogos de paz que empezará en La Habana el 26 de abril, anunció este martes el negociador oficial.
"Es absolutamente necesario acordar un cese al fuego bilateral con el ELN en próxima ronda de conversaciones" y también el fin de las "hostilidades" contra la población civil, dijo Otty Patiño en entrevista con Blu Radio.
Bajo el impulso del presidente izquierdista y exguerrillero Gustavo Petro el gobierno negocia la paz desde finales de 2022 con los rebeldes guevaristas del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en rondas de diálogos con sedes rotativas: Caracas (noviembre), Ciudad de México (febrero) y La Habana (26 de abril).
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Sin embargo, la muerte de nueve militares a manos de miembros de esa organización el 29 de marzo sembró dudas sobre la continuación de estas conversaciones.
Patiño, excompañero de armas de Petro en la guerrilla del M-19, planteó "dudas razonables" que deberán ser resueltas en las negociaciones de Cuba: ¿hay una verdadera unidad de mando en el ELN con líderes respetados por sus filas? y ¿tienen una voluntad de paz real?, se preguntó.
El vocero oficial aseguró que pueden "suspender las conversaciones" de manera "temporal" mientras se dirimen estos interrogantes, pero no consideran "pararse de la mesa definitivamente".
Una primera ronda de negociaciones concluyó en diciembre en Caracas con el acuerdo de la liberación de rehenes y acciones humanitarias.
El presidente Petro anunció luego un alto al fuego con el ELN y otros grupos armados, pero la guerrilla negó inmediatamente tal tregua y puso a tambalear los diálogos.
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Desangrado por medio siglo de conflicto armado, Colombia ha intentado numerosas negociaciones de paz con los grupos armados, muchas de ellas fallidas.
En 2016 un histórico pacto desarmó a la poderosa guerrilla de las FARC y la transformó en partido político.
El primer presidente izquierdista en la historia del país busca una salida dialogada a la violencia que involucra rebeldes, narcos y pandilleros.
El ELN ha sostenido frustradas conversaciones con cinco gobiernos. Con unos 3.500 combatientes, la guerrilla tiene una estructura federada, con relativa independencia entre sus frentes, lo que dificulta un eventual acuerdo, según expertos.