Como viene sucediendo desde la instalación de la mesa, las negociaciones entre el ELN y el Gobierno de Gustavo Petro están atravesando por un momento crítico. Y aunque el Ejecutivo reconoció que no romperá los diálogos, sí le exigió a esa guerrilla que asuma la responsabilidad sobre el futuro del proceso.
En una rueda de prensa extraordinaria, Vera Grabe, la jefa de la delegación del Gobierno, acompañada por el senador y miembro de la mesa Iván Cepeda, indicó ayer que, aunque vienen avanzando en las negociaciones de manera decidida, “el ELN tendrá que asumir la responsabilidad de lo que viene, porque el Gobierno ha dado todas las garantías necesarias”.
“Nos parece curioso que el Gobierno de (Iván) Duque congelaba los diálogos, ahora lo hace el ELN, entonces nosotros nos preguntamos por qué esa actitud, si hay la disposición de resolver las situaciones”, dijo.
Asimismo, la jefe de la delegación se refirió al mensaje que envió el Mandatario para desentrabar la negociación, en el que se habló de un acuerdo confidencial para avanzar en la negociación.
Pero Grabe señaló que desafortunadamente esa guerrilla hizo una lectura “errónea” de lo que dijo Petro.
Estas declaraciones ocurren tras seis meses de estancamiento en los diálogos, con repetidas acusaciones y contrapropuestas de ambas partes.
De hecho, la jefa de la delegación oficial acusó a la guerrilla de mantener “silencio frente al tema de reuniones” y aseguró que no ha dado “ningún tipo de respuesta” para solucionar la crisis.
A su vez, el senador Cepeda anotó que la Casa de Nariño no tomará la decisión de romper los diálogos, ya que se ha demostrado que la postura del Ejecutivo es apostarle a la paz del país, pero que debe ser el grupo guerrillero el que le responda a los colombianos si tiene interés en continuar el proceso.
“Desde el 13 de julio se han enviado ocho comunicaciones al ELN para reactivar los trabajos de la mesa de diálogo”, contó el negociador.
“Se habla de incumplimientos, pero el peor de los incumplimientos, hay que decirlo, es haber congelado la mesa. Ese es un incumplimiento flagrante de nuestro compromiso y más ad portas de renovar el cese al fuego. No hay argumento que consideremos válido para esa actitud de suspensión y dilación de las conversaciones”, añadió.
No obstante, Vera Grabe le valoró a la guerrilla que “hay tonalidades también a la hora de hablar de paz” y que los ciclos desarrollados hasta ahora “han movido al ELN”.
“Estamos aquí apostando a que reine la sensatez y que prime la voluntad de paz, pero eso obviamente es el ELN quien lo define, pero apostamos a que hay voluntad en el ELN”, finalizó.
Por su parte, esa guerrilla publicó un comunicado en el que cuestionó la disposición del Gobierno Petro para cumplir con los acuerdos firmados hasta el momento y reiteró su petición de ser eliminado de la lista de Grupos Armados Organizados (GAO).
Dicha solicitud fue criticada por sectores que temen que, retirarlos de la lista sin garantías de desmovilización y cese de hostilidades, podría debilitar el Estado de Derecho en el país.
La crisis actual en la mesa de diálogo ha llevado a un punto de inflexión sobre el que desde algunos sectores han advertido que el éxito o el fracaso de esas conversaciones podría tener un impacto significativo en la estabilidad de Colombia, afectado por décadas de conflicto armado.
Por ello, el Gobierno insiste en dar un margen de espera para que el ELN responda de manera responsable a las garantías ofrecidas, esperando que las negociaciones puedan reanudarse de manera efectiva y constructiva.