El pasado 9 de junio, el gobierno de Colombia y el ELN, última guerrilla activa en el país, firmaron en La Habana un acuerdo de cese al fuego nacional por un plazo de seis meses.
“Aquí nace un nuevo mundo, aquí se acaba una fase de la insurgencia armada en América Latina con sus mitos y realidades”, dijo el presidente colombiano, Gustavo Petro, durante la firma del acuerdo con la presencia del jefe máximo del ELN, Antonio García.
El ELN, fundado en 1964, tenía 5.850 combatientes en 2022, según autoridades colombianas, y es la guerrilla activa más antigua de América Latina.
El texto, firmado por los jefes negociadores del gobierno colombiano, Otty Patiño, y del ELN, Pablo Beltrán, contempla “dar inmediato cumplimiento a los acuerdos de Cuba”, dentro de los cuales está “el cese al fuego bilateral nacional y temporal”, dijo el canciller cubano, Bruno Rodríguez, al dar lectura a los puntos del documento.
En el marco del logro que aplaudió el Gobierno Nacional, las reacciones no se hicieron esperar, como la que recientemente ha hecho el exvicepresidente de Colombia, Germán Vargas Lleras, quien dedicó una columna en el diario El Tiempo para dar su opinión sobre este tema.
Titulada: “Eln 1 - Colombia 0″, la publicación hace una crítica al acuerdo de paz alcanzado por el gobierno con el grupo guerrillero, “e aparto de aquellos que han pretendido hacer motivo de alegres festejos la firma del cese del fuego con el Eln”, dijo Vargas Lleras en la columna.
Vargas Lleras criticó el apaciguamiento con el que el gobierno pretende “no perseguirlos en cualquier parte del país”, algo que saldría beneficioso para el Ejército de Liberación Nacional.
“Continuarán las agresiones a la sociedad civil, los secuestros, las extorsiones, los atentados a la infraestructura y, por supuesto, todas las actividades relativas al negocio del narcotráfico”, dijo el exvicepresidente.
Vargas Lleras publicó su columna en un mensaje vía Twitter donde critica notablemente el proceso adelantado por Petro en la Habana: “Lo que se intentará pactar será el sometimiento de Colombia a la voluntad coincidente de este grupo armado y del Pacto Histórico sobre el futuro del país”, dijo en su cuenta de Twitter.
Gustavo Petro contestó el trino con un mensaje defendiendo su política de Paz Total que lo ha llevado a pactar nuevas negociaciones con el grupo armado.
“El discurso de siempre. Quisieran siempre ver el país en guerra. La.Paz no es un sometimiento, es una liberación. Sometidos nos han tenido a la violencia, a la injusticia y a un estado en manos de intereses poderosos y particulares”, dijo el presidente en su cuenta de Twitter.
Como era de esperarse, el trino del jefe de Estado generó polémica y divisiones entre los usuarios de la red social, ya que tal y como pasó con el acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc, los diálogos con el ELN no tienen a todos los colombianos satisfechos con las negociaciones entre el Gobierno nacional y el grupo armado ilegal.
Un proceso “distinto”
Patiño, negociador del gobierno colombiano, coincidió en que “los retos son innumerables, pero todos valen la pena (...) enfrentarlos”. El canciller cubano informó que la cuarta ronda de negociaciones se realizará en Caracas entre el 14 de agosto y el 4 de septiembre.
La única tregua bilateral pactada antes ambas partes fue por 101 días entre 2017 y 2018. El documento firmado prevé la creación de “un canal de comunicación entre las partes a través del representante especial del secretario general de Naciones Unidas en Colombia”.
Con información de AFP*