La inminente posesión presidencial en Venezuela, programada para el 10 de enero de 2025, coloca al presidente Gustavo Petro en una encrucijada diplomática, respecto a la invitación que recibió y si asiste o no. Mientras Nicolás Maduro insiste en asumir el poder, aun sin pruebas claras de un triunfo en las elecciones del 28 de julio, el líder opositor Edmundo González también ha anunciado su intención de posesionarse ese mismo día.
En Colombia, el debate se intensifica entre los expresidentes, quienes han llamado a no respaldar al mandatario venezolano, mientras que la postura conciliadora de Ernesto Samper parece ganar terreno. Cabe resaltar que a estas peticiones se suman los políticos colombianos, quienes le han pedido al presidente no asistir a la posesión presidencial.
Estas son las posturas de los vicepresidentes:
El expresidente Andrés Pastrana fue uno de los más directos al exigirle a Petro reconocer la victoria de González. “Colombia tiene el imperativo de reconocer el triunfo del candidato de la oposición, Edmundo González, cuya elección hoy pretende ser desconocida por el régimen autoritario”, escribió Pastrana en una carta pública.
Una posición similar mantienen los expresidentes Iván Duque y Álvaro Uribe, quienes han manifestado que apoyar a Edmundo González como el nuevo mandatario de Venezuela, es la vía legítima.
A su vez, Juan Manuel Santos cuestionó la posición de Petro, según Santos en mandatario colombiano tiene una “posición ambivalente” y criticó duramente el papel del canciller Luis Gilberto Murillo, a quien acusó de carecer de firmeza. “Se requiere un canciller con carácter, a menos que quiera seguir de alcahueta”, expresó Santos.
Por otro lado, Ernesto Samper, quien verificó en Caracas, Venezuela, las elecciones del 28 de julio, ha sugerido a Petro optar por una posición neutral para evitar polarizar aún más la relación entre Colombia y Venezuela.
“Es indispensable que las relaciones entre Colombia y Venezuela se desarrollen entre Estados y no entre gobiernos”, afirmó Samper, sugiriendo que el mandatario colombiano no tome partido.
La decisión de Petro tendrá repercusiones tanto diplomáticas como políticas. Si apoya a González, podría desatar la furia del gobierno de Maduro, poniendo en riesgo las negociaciones de paz con el ELN, donde Venezuela juega un rol clave. Además, se verían afectadas las relaciones comerciales con el vecino país.
En contraste, si Petro respalda a Maduro, enfrentaría fuertes críticas de la comunidad internacional y del Congreso colombiano, que ya le solicitó no asistir a la posesión del líder chavista. Al respecto, Petro respondió con contundencia: “Yo veré si voy o no”.
Según Semana, los asesores del Gobierno nacional no descartan la propuesta por Samper: no asistir a ninguna de las dos ceremonias y mantenerse neutral. La decisión final del presidente Petro se conocerá en la primera semana de enero de 2025.