El presidente de la República, Gustavo Petro, posesionó en su despacho a la exjefe de gabinete Laura Sarabia como la nueva directora del Departamento de Prosperidad Social (DPS). Sarabia regresa al Gobierno tras tres meses de abandonar su cargo como jefe de gabinete y tras la polémica por el robo de una maleta con dinero que desencadenó el uso del polígrafo con su exniñera.

En el documento se registran más de 100 millones de pesos por temas de salarios y demás ingresos laborales durante el 2022 y 49′372.000 en gastos de representación en la Casa de Nariño.

También la exjefa de gabinete publicó su certificado de declaración de conflicto de intereses, en donde incluyó a su esposo, Andrés Fernando Parra, como representante legal de una empresa de consultoría en asuntos jurídicos y públicos.

Laura Sarabia: ¿quién es la mujer a la que el presidente Petro no quiere perder en su gobierno?

A pesar de que todavía no supera los 30 años de edad y de que antes de que el actual mandatario llegara al poder pocos sabían de su existencia, su nombre despierta niveles de polarización que se equiparan con los que alcanzan Roy Barreras y Armando Benedetti.

Nacida en Bogotá, en 1994, es una de las figuras más enigmáticas y poderosas que haya arribado a la Casa de Nariño en los últimos tiempos.

Laura Sarabia es una de las figuras más enigmáticas y poderosas que haya arribado a la Casa de Nariño. | Foto: Externos COLPRENSA ©

Cuando Petro anunció que ella estaría encargada de manejar su agenda diaria y de filtrar qué temas llegarían a su escritorio, muchos quedaron con las quijadas en el suelo: parecía demasiado improbable que alguien con tan poca experiencia en el mundo político del Estado pudiera tener semejante poder.

Lo cierto es que cuando habían pasado solo pocos meses de la estancia de ambos en el Palacio Presidencial, ya se oyeron rumores de que las dos únicas personas que podían hacer que Petro cambiara de opinión eran su esposa, Verónica Alcocer, y Sarabia.

Su padre es un coronel retirado del Ejército y su madre fue funcionaria del Ministerio de Defensa. Estudió en un colegio que expedía tarjeta militar y uno de sus dos hermanos porta uniforme. Además, cursó relaciones internacionales y estudios políticos en la Universidad Militar Nueva Granada.

La mano derecha de Petro también ha contado que hizo prácticas laborales en el Ministerio de Defensa y que quiso entrar a trabajar al área administrativa de la Fuerza Aérea, pero no lo logró.

Tal vez en ese recorrido asumió cualidades que la hicieron destacarse entre los pasantes que se unieron a las filas del Partido de la U en 2012, cuando Juan Manuel Santos buscaba su primera elección presidencial, lo que le generó una asesoría remunerada en la dirección de esa colectividad.

En medio de una ola de escándalos en la Casa de Nariño, Laura Sarabia se posesionó como directora de Prosperidad Social. | Foto: Externos COLPRENSA ©

La mujer detrás del poder

A pesar de su juventud, Sarabia ha demostrado ser una mujer de carácter y leal. Ella ha contado que fue el mismo mandatario quien la llamó a pedirle que se encargara de ser su sombra, cuando estaba convencida de que su vida profesional iba a continuar en Venezuela, ya que Benedetti había sido nombrado embajador en Caracas.

Asegura que conectó con el actual jefe de Estado durante la campaña presidencial porque nunca se amilanó ante las exigencias de las intensas jornadas que los llevó a recorrer el país de extremo a extremo, dejándole apenas cuatro horas para dormir cada noche.

Laura Camila asegura que fue Benedetti el que la preparó para ese ritmo tan frenético, ya que antes lo había acompañado en su candidatura al Senado. Luego, quedó embarazada durante la campaña presidencial, pero ni siquiera así bajó la velocidad.

Por eso, cuando Gustavo Petro triunfó sobre Rodolfo Hernández, el actual jefe de Estado le pidió que, una vez concluyera su licencia de maternidad, se presentara a su nueva oficina en la Casa de Nariño.

Hay versiones que dicen que, como entró pisando fuerte, tuvo un encontronazo con el entonces director del Dapre, Mauricio Lizcano, por quien ocuparía la oficina más cercana a la puerta de Gustavo Petro. El duelo lo ganó ella y dispuso su escritorio de manera que no pudiera perder detalle de lo que ocurriera con su jefe.