El próximo 11 de julio se llevará a cabo la esperada sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en la que se espera que intervenga el presidente Gustavo Petro para denunciar el incumplimiento por parte del Estado colombiano del Acuerdo de Paz que firmó con las FARC en diciembre de 2016.
Aunque el anuncio, hecho hace unas semanas por el mandatario, generó perplejidad porque no se entendía cómo el jefe de Estado se podía denunciar prácticamente a sí mismo, o al menos a su propio gobierno, por el incumplimiento, las movidas dentro del ejecutivo hacen pensar que Petro llegará con una posición más moderada cuando se presente ante la ONU.
Es evidente la importancia que el Gobierno le ha dado al informe que deberá presentar ante la ONU, pues, en medio de los cambios de gabinete anunciados por el jefe de Estado en el comienzo de esta semana, el más reciente consejo de ministros se centró por varias horas en el tema.
Las diferentes carteras implicadas revisaron los puntos clave y ajustaron las estrategias para la presentación ante la comunidad internacional.
Más que en denunciar el incumplimiento del acuerdo, el Gobierno se centrará en mostrar las fallas en la implementación.
Para el Gobierno, hay tres componentes centrales de los acuerdos de paz que no se están cumpliendo: la Reforma Agraria, los proyectos de desarrollo territorial y las sanciones a los máximos responsables de crímenes dentro del conflicto.
“Definitivamente el estado de Colombia no quiere cumplir el Acuerdo de Paz que firmó ¿Qué consecuencias tiene eso? Yo creo que graves por la credibilidad del estado colombiano ante el mundo, porque se comprometió ante el mundo, no solo ante unos señores armados bastante gorditos estaban en ese momento. No, ese no es el problema, el problema es que, en la declaración unilateral de Estado, el Estado de Colombia se comprometió ante el mundo y la humanidad a cumplir lo que firmó”, dijo Petro el pasado mes de mayo.
El ministro de relaciones exteriores, Luis Gilberto Murillo, advirtió que en el informe se van a describir los obstáculos e inconvenientes que se han tenido para cumplir el Acuerdo.
“Hemos encontrado que, si bien es cierto que el gobierno ha avanzado muchísimo más que los otros gobiernos en implementar el Acuerdo de Paz, hay unas brechas importantes que hay que cerrar y eso nos lleva a determinar que hay unas limitaciones, obstáculos estructurales que no permiten que el Acuerdo se pueda cumplir de manera completa e integral”, señala.
Sin embargo, Murillo agrega que más allá de la presentación de este informe, esta es una evaluación estratégica de estos cerca de 8 años “que nos permita realmente encontrar una ruta, tomar unas medidas estructurales que nos lleven al cumplimiento pleno del Acuerdo de Paz del 2016 como base para las futuras implementaciones de acuerdos parciales y acuerdos totales en el marco de las negociaciones que se están dando en la implementación de la política de Paz Total”.
A esta mirada más constructiva de Murillo frente al acuerdo debe sumarse la del nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, uno de los más firmes defensores del Acuerdo de Paz.
Según Manuel Camilo González, docente de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, debe esperarse que Petro haga énfasis ante las Naciones Unidas en la falta de recursos e incluso de voluntad política que ha habido para cumplir los acuerdos.
“Lo que va a decir el presidente Gustavo Petro es que el Acuerdo de 2016 ha superado su límite y en ese sentido seguramente propondrá otras salidas”, agrega.
Sostiene que es posible que plantee la reformulación del Acuerdo de Paz, para que vincule a disidentes como la Segunda Marquetalia (que se apartaron de este pacto) y hasta pedirá un mayor apoyo a la política de paz total.
Jorge Iván Cuervo, profesor e investigador de la Universidad Externado, opina, sin embargo, que Petro debe ser muy cauteloso sobre lo que va a decir ya que no puede recargar en otros el peso de sus propios incumplimientos.
“En un escenario de las Naciones Unidas le van a preguntar, como jefe de estado, qué ha hecho en dos años para avanzar en el acuerdo y no le puede echar culpas al Congreso ni a nadie porque tiene los mecanismos, recursos y las instituciones para sacar adelante muchas cosas del acuerdo”, asegura.
Según explicó el Canciller Luis Gilberto Murillo, se tiene planeado que el presidente Gustavo Petro llegue a las Naciones Unidas acompañado de una delegación muy importante con el director de planeación nacional, el alto consejero para la paz y la gran mayoría de integrantes del gabinete de paz.