La semana pasada el exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo inició la recolección de firmas para respaldar su candidatura a la Presidencia de la República. Lo hizo en Buenaventura según él para recordar que sí se pueden romper paradigmas en esa ciudad, donde en el 2010 Antanas Mockus, en primera vuelta le ganó a Juan Manuel Santos “sin pagarle un peso a una sola persona”.
Fajardo, quien tiene como banderas la lucha contra la corrupción y la reconciliación, asegura que es hora de acabar con la polarización, pasar la página y construir un país mejor.
¿Qué lo llevó a escoger a Buenaventura para iniciar la recolección de firmas para respaldar su candidatura presidencial?
Primero, por una razón política. En el 2010, en la primera vuelta, con Antanas Mockus como precandidato presidencial y conmigo a la Vicepresidencia de la ola verde, le ganamos en esa ciudad a Juan Manuel Santos, que era el escogido por Uribe, sin pagarle un peso a una sola persona y rompiendo todos los estereotipos que se han hecho alrededor de Buenaventura y de la política, demostramos lo que significa la dignidad y que la política se puede hacer diferente.
Buenaventura es un símbolo muy potente de esa expresión política para nosotros y al mismo tiempo es un lugar que ha sido reconocido en Colombia por su situación paradójica: el sitio donde entra y sale la mayor riqueza del país y está la mayor pobreza. Buenaventura es un reto para Colombia, para el Estado central y para las mismas autoridades departamentales y municipales.
¿Por qué decidió insistir en una candidatura presidencial?
Nosotros llevamos un camino recorrido, vamos a cumplir 18 de existencia política y haciendo una política diferente a estructuras tradicionales, demostrando que se puede hacer de una manera distinta.
Y es la convicción de que nosotros en Colombia también tenemos la posibilidad de hacerlo de una manera diferente, y nos podemos encontrar con la experiencia de 2010 que nos enseñó muchas cosas, y creo que llegó el momento.
Si bien es cierto que lleva 18 años haciendo política y ha sido Alcalde de Medellín y Gobernador de Antioquia y candidato presidencial, mucha gente piensa que con usted no pasa nada. ¿Cómo analiza eso?
Está por verse. Mire lo que ha pasado un profesor de matemáticas de la Universidad de los Andes, a pie, derrotó las maquinarias más poderosas en Medellín y les ganamos, y, a pie, les ganamos la Gobernación de Antioquia, pero además con la mayor cantidad de votos que se haya visto en la historia para un mandatario regional, les hemos demostrado en todas partes.
Pero eso es distinto a una disputa por la Presidencia...
Pues eso es lo que siempre nos han dicho a nosotros. Cuando íbamos a empezar en Medellín nos dijeron es que no se podía. Siempre nos han dicho que no se puede, lo que hemos demostrado es que se puede. Precisamente la expresión de nuestra campaña es se puede. Pero que se confíen, que no se preocupen, que me dejen tranquilo, que vamos para allá.
¿Cree que esta vez están dadas las condiciones para consolidar su candidatura?
Sí, estoy convencido de que es así. Creo que esta es una sociedad agotada, agotada de la polarización del plebiscito Santos-Uribe, indignada por el tema de la corrupción, Odebrechet y el fiscal a capturado por corrupto.
Es una sociedad agotada y que empieza a mostrar esa diferencia que hay entre las regiones y el centro del poder, ese resentimiento y son los mismos de siempre: Santos fue ministro de Gaviria, de Pastrana, de Uribe y ahora es el presidente de Colombia, ya es suficiente. Nosotros hemos demostrado durante 18 años cómo se construyen las cosas.
¿Y el nombre de Sergio Fajardo no se ha agotado?
No, para nada.
¿Cómo van los contactos con sectores de la izquierda para tratar de unirse y tener un candidato presidencial?
Nosotros, después de 18 años queremos formalizar lo que hemos construido y aprendido, que es una experiencia única en Colombia. Vamos a presentar mi candidatura por firmas y al mismo tiempo vamos a ir presentando nuestra propuesta para Colombia, y desde esa perspectiva conversamos con quien tengamos que hacerlo, desde la experiencia y riqueza que hemos construido desde hace muchos años, es desde ahí que nos relacionamos con otros.
Con Antonio Navarro, Claudia López y Jorge Robledo tenemos un punto de acuerdo en común claro, crucial para Colombia, que es la lucha contra la corrupción y el clientelismo. De ahí a que seamos capaces de estar unidos en una alianza tendría que ser alrededor de una propuesta para Colombia y eso está por verse porque no la hemos construido.
El día que la tengamos, si somos capaces de construir esa propuesta para Colombia, ese día podemos decir que somos capaces de estar juntos.
¿Y cree que sean capaces de construir esa propuesta donde hay egos e intereses individuales?
No creo que el problema sea de egos. El problema es que en algunas cosas pensamos diferente. Ahora ser capaces de sentarse y decir, a pesar de que pensamos diferente, que nos ponemos de acuerdo en estos puntos, es un hecho de la negociación y de la discusión política.
Nosotros hemos gobernado, hemos demostrado lo que significa luchar contra la corrupción, qué significa gobernar y tenemos una experiencia, con esa es que nos sentamos a negociar, a discutir la posibilidad de una propuesta, vamos a ver si somos capaces o no de hacerlo.
¿La bandera de su campaña será definitivamente la lucha contra la corrupción?
La bandera de la campaña tiene que ver con un componente que es la lucha contra la corrupción, y el otro es la reconciliación, romper con la polarización de este país, esa es una condición para poder avanzar en Colombia y nosotros la representamos en la forma como he gobernado, como hacemos política, como la entendemos y como sabemos construir. Además la esencia de todo esto es avanzar en Colombia, todo este esfuerzo no puede ser para que dentro de cinco años estemos hablando de Santos, Uribe, Pastrana, de los mismos de siempre, esto es para avanzar y avanzar significa cambiar de protagonistas.
Vamos a pasar de guerrilleros paramilitares, narcotraficantes ilegales y corruptos, que han sido nuestros protagonistas, a unos nuevos protagonistas que son maestros, investigadores, emprendedores, el conocimiento en función del desarrollo, el medio ambiente, el desarrollo de las mujeres, otra forma de sociedad, que es desde la dignidad y la capacidad de la gente, de educación, ciencia, tecnología cultura, innovación, vamos a pasar la página. Ese es el reto de nosotros.
La reconciliación para no repetir y profundizar lo que nos ha dividido y la educación, en ese sentido, para construir la nueva Patria, si no se perdió el tiempo en Colombia.
¿Usted que opina de que lo califiquen como un candidato de izquierda?
Que esa es una forma de los que tienen “miedo político”. Yo no inspiro miedo, no soy una persona de violencia ni de agresión porque hemos demostrado, precisamente gobernando y en la política, que hemos roto con esa idea de izquierda y derecha. Nosotros antes de que Macron empezara a pensar en política, ya habíamos roto con ese encasille de izquierda y derecha, esa es una forma de mantener viva la polarización y la confrontación. Nosotros hemos demostrado en la política que esa clasificación no nos aplica, somos políticos del Siglo XXI, no de clichés del Siglo XX.
Ahora como saben que estamos por fuera de la política tradicional, que hemos sido una alternativa independiente y como me ven como candidato dicen: “este es el peligroso”, porque hemos gobernado y hemos demostrado cómo se gobierna, porque no soy castrochavista, no soy populista ni soy ni de izquierda ni derecha.
Por eso es que me quieren encasillar en la izquierda, porque les da susto que una persona diferente y con una propuesta distinta es la que le va a llegar a la gente.
¿Cómo hacer para devolverle la credibilidad a la política y al Estado que usted aspira a manejar?
En Colombia hay desesperanza, desconfianza y malestar y esas son las peores condiciones para una sociedad y un estado legítimo. El reto político acá es construir y recuperar la confianza de la ciudadanía.
¿Cómo se recupera?, con una trayectoria que hemos hecho de cómo se hace la política. La manera como nosotros hacemos la política y como enfrentamos las contradicciones es una forma precisa de hacer una pedagogía de lo que significa la política hecha de otra manera, porque lo que está en crisis es la política tradicional. Nos han manejado los mismos con las mismas por décadas, por eso la ciudadanía está agotada y cansada insatisfecha por la polarización, la agresión, el clientelismo.
Por eso creo, y tengo esa convicción, que para la mayoría de las personas va a ser suficiente, vamos para otro capítulo.