Luego de la salida de Edmundo González de Venezuela, el expresidente colombiano Iván Duque cuestionó la mediación de gobernantes afines a Nicolás Maduro.

“Ha sido una operación para darle oxígeno a la dictadura, intensificando la represión e intimidación, con el objetivo de expulsar al ganador de las elecciones y fortalecer el régimen opresor”, aseguró en su cuenta de X este domingo, 8 de septiembre.

Iván Duque, expresidente de Colombia, y Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. | Foto: Semana / Getty

En su mensaje, Duque Márquez sostuvo que la persecución ahora se enfocará en silenciar a la líder opositora María Corina Machado. “La comunidad internacional debe actuar para garantizar su integridad dentro de Venezuela hasta que se logre la transición democrática”, remarcó el expresidente.

Y advirtió que la continuidad de Nicolás Maduro en el poder “representa una amenaza para todas las democracias de América Latina y el Caribe”.

“Permitiría a quienes siguen el libreto del Foro de São Paulo consolidar regímenes represivos, asegurar la reelección de gobernantes y partidos, mientras se apoderan de otros países y suprimen la libertad de expresión”, comentó Duque.

“Presidente electo” en exilio

Edmundo González Urrutia asegura que ganó las elecciones del 28 de julio, que es el “presidente electo” de Venezuela. Asumir el poder siempre pareció imposible, primero desde la clandestinidad y ahora en el exilio en España.

El discreto diplomático de carrera, de 75 años, fue el candidato accidental de la oposición de Venezuela, tras la inhabilitación política a la carismática María Corina Machado. Nunca aspiró a un cargo de elección popular, no fue una cara visible de las fuerzas antichavistas.

En un instante, sin buscarlo, González Urrutia cambió su anonimato por las luces de la campaña y una elección que, según la coalición Plataforma Unitaria, arrasó con casi el 70% de los votos.

Edmundo González Urrutia, líder opositor de Venezuela. | Foto: AFP or licensors

No obstante, Nicolás Maduro fue proclamado vencedor para un tercer mandato consecutivo de seis años (2025-2031) y desde entonces comenzaron a llover acusaciones y mucha presión contra el candidato opositor.

En la clandestinidad desde el 30 de julio, se mostraba combativo en las redes sociales, desafiando la autoridad de Maduro. Desde el 2 de septiembre, pesaba una orden de arresto en su contra tras haber ignorado tres citaciones a declarar en la fiscalía, que aseguraba tenían tinte político.

Se le solicitaba por “desobediencia a la ley”, “conspiración” y “usurpación de funciones”, mientras Maduro y su gobierno lo atacaban por todos los flancos, llamándole regularmente “cobarde”, “Inmundo”, “nazi” y responsabilizándole de la violencia poselectoral que dejó 27 muertos.

*Con información de AFP.