Después de haber liderado en el anonimato la 'Operación Jaque', una de las maniobras de inteligencia más importantes en Colombia para la liberación de secuestrados de las antiguas Farc, José Luis Esparza decidió darle un giro a su vida y siente que como fórmula vicepresidencial de Ingrid Betancourt puede seguir aportándole al país.
En entrevista con Colprensa, el exmilitar habló sobre su salto de las Fuerzas Militares a la política, un escenario desde donde espera trabajar junto con la candidata del partido Verde Oxígeno a liderar la lucha contra la corrupción.
Usted mantuvo por un buen tiempo relativamente en secreto su participación en la Operación Jaque, ¿por qué decidió ahora exponerse a los reflectores de la política?
Indudablemente las operaciones de inteligencia deben mantenerse en secreto, sin embargo, con mi salida del Ejército hubo una mediatización que no fue provocada por mí, que habló del nombre de José Luis Esparza, de unas fotos de la vida que yo llevaba como militar y terminé en esa mediatización en diversos sectores políticos y de medios que generaron a mi favorabilidad.
Ante la develación, ya pierde la filosofía que yo mantuve por 14 años. Creo que ‘Jaque’ se debió mantener en secreto, inclusive hasta ni revelar cómo fueron los procesos de inteligencia técnica, que realmente fueron el éxito. Resaltar también a todas las personas que hicieron ese trabajo, engañando las comunicaciones del enemigo, creando una trama que permitió que nosotros fuésemos allá.
Como dije anteriormente, todo me expuso, yo había tomado un camino, logré conseguir una beca para un doctorado luego de salir de las fuerzas militares, pero Ingrid me convenció de acompañarla en el tema político, más que por un favor, a mi me encanta y siempre me encantó basado en la historia de cuando ella era congresista, del libro ‘La Rabia en el Corazón’ (libro de Betancourt), que fue criticado por muchos estamentos de la sociedad, pienso que la corrupción nos está carcomiendo.
Ya expuesto, ya viendo la posibilidad de este honor que le da a las fuerzas militares, me involucro en su campaña como vicepresidente, me tocó salirme del proceso de esta beca que había ganado. He servido desde los 16 años, pienso que nos debemos al servicio, es una vocación, tengo la energía y considero que la campaña de Ingrid se fundamenta en algo que llamo y es la autoridad moral de hablar de corrupción.
Todo el mundo habla de corrupción, es el tema favorito en campaña, pero esta es una propuesta seria, por eso nuestro lema es Jaque a la corrupción.
Ingrid Betancourt ha dicho que así como usted rescató a los secuestrados puede ayudar a rescatar al país. ¿Qué elementos de los que requirió esa operación considera usted que le podrían ser útiles en su labor como vicepresidente?
Rescatar a Colombia de la corrupción se convierte en una metáfora bonita, yo la rescato a ella y ahora ella me invita a rescatar al país de la corrupción, con valores auténticos. El primero es tener la autoridad moral de no estar metido en procesos de corrupción, Ingrid lo tiene.
El factor más importante que tengo es que podemos aplicar muchos fenómenos de inteligencia, es decir, si pudimos llevar a las negociaciones a las Farc, si hemos contenido la amenaza del narcotráfico, de grupos como las autodefensas, de otras criminalidades, ¿por qué no vamos a ser capaces de aplicar este elemento en contra de la corrupción?
El fundamento contra la corrupción requiere el apoyo de la justicia ordinaria, seguramente tendrá que presentarse una reforma a la justicia, es una tarea muy larga para hacer. Hay otros factores que tienen que desarrollarse, como que nos convirtamos en un Gobierno digital, que tengamos esas herramientas de la tecnología, la ciencia de datos como la inteligencia artificial.
Tenemos que tener la capacidad entre la inteligencia para detectar estos fenómenos, para recuperar los recursos que han sacado del Estado, para llevar a condenas reales, en materia de corrupción la impunidad es rampante, el 50 % de los casos de corrupción no llegan a ningún término. Si le he servido a Colombia en muchas cosas, ¿por qué no hacerlo ahora en la política?
A Ingrid y usted los unió una situación extraordinaria. ¿Qué los une hoy como fórmula presidencial? ¿Cuál es el factor diferencial que usted e Ingrid le ofrecen a los colombianos?
Yo la estoy acompañando en su partido Verde Oxígeno, que es de centro. Ingrid y yo hemos dicho muchas veces que mi posición está más hacia la derecha, yo estoy mucho más hacia la derecha que Ingrid, indudablemente, en pensamiento, la institución militar es conservadora.
Pero por muchas historias y anécdotas uno se pregunta como soldado ¿nosotros que estamos defendiendo? si, estamos defendiendo el estatuto, defendiendo al país, pero en esencia, ¿vale la pena? si las condiciones del Estado no llegan a las regiones, eso me hizo cuestionarme muchas veces.
Una vez me dijeron “es que usted es de izquierda”, no, es que las causas sociales son del soldado, no me venga a meter ideologías a un tema que fundamentalmente se trata de país, la gente está secuestrada por la corrupción y esta campaña no tiene compromisos con nadie, Ingrid y yo podemos decirle a los colombianos que no tenemos el problema de la corrupción encima.
Nuestra propuesta de lucha no se va a determinar en el clásico vamos a hacer leyes, vamos a combatir a los corruptos, no. Si yo arriesgué mi vida en operaciones de rescate, en operaciones bajo la legalidad y sin cometer violaciones de derechos humanos, logramos neutralizar a estas organizaciones, que ante el terror quería llegar al poder como lo planteaban en sus planes estratégicos, ¿por qué no puedo dar la batalla si todavía tengo alientos para ello?.
Nuestro plan programático se centra en la corrupción, la posibilidad de que salgamos de este tipo de conflictos. Vemos que la polarización de nuestro país ha arrinconado, en que la gente está cansada, cuando uno mira las redes sociales y mira que todos se están lanzando pullas.
El colombiano tradicional quiere otra opción, los colombianos están cansados y nosotros nos permitimos ofrecer una posibilidad real, de personas como yo, que no están en la política, de tratar de construir ese sueño de los colombianos. Esos son los fundamentos y de ahí se despliegan muchas cosas que se fundamentan específicamente en la batalla de la corrupción, nuestra propuesta también protege al empresariado.
"Ponerse la camiseta de la política en Colombia requiere piel de hierro, Ingrid es una mujer valiente, comprometida, le nació el ‘bicho’ de la política muy joven. Una mujer debe llegar al poder", José Luis Esparza.
Hoy en día usted está en un proceso que podría llevar a una demanda contra las fuerzas militares por su retiro. ¿Cómo es su relación con la fuerza pública y qué tanto podría afectar eso su labor como vicepresidente?
En este momento solamente le he hecho solicitudes a la fuerza para plantear qué fue lo que sucedió conmigo. Me hicieron fue un estudio, que se llama 360, que es muy complejo, si resulta extraño que a dos o tres meses de un ascenso a general pues yo salga, sin embargo, yo respeto las decisiones. En este momento estoy solicitando que expliquen qué fue lo que pasó, mi relación con las fuerzas militares es buena, tengo grandes amigos pero estoy en política, no me voy a acercar a ellos.
En síntesis mi relación ha sido con mucha aceptabilidad, he recibo muchos mensajes de activos, siento que puedo representarlos en este momento, muchos partidos nos han dicho que nosotros somos los héroes, aquí ha habido un respaldo de Ingrid que ama y respeta las fuerzas militares.
Se le ha criticado a Ingrid su desconexión con el país, porque lleva muchos años viviendo fuera de Colombia. ¿Qué tan conectados están los dos con la realidad de Colombia?
Los jóvenes deben conocer la historia de Ingrid, ponerse la camiseta de la política en Colombia requiere piel de hierro, es una mujer valiente, comprometida, le nació el ‘bicho’ de la política muy joven, creo que una mujer debe llegar al poder, parte de las transformaciones del país están en las mujeres. Cuando he tenido mujeres subalternas son más honestas, están cansadas de la guerra, siempre sufren los avatares de la guerra por sus hijos, son madres.
Cuando se habla de esa desconexión ella se va a Europa, porque indudablemente después de estar seis años encadenada, es la perspectiva que cualquier ciudadano tiene y que ha sufrido el secuestro. Cuando salí de las fuerzas militares yo me iba a ir, pero Ingrid fue la que me dijo que la acompañara. Ella se va con toda razón.
Para estar conectado con el país qué mejor que un hombre con inteligencia que ha recorrido el país y que ha vivido, de que la misma gente que está en su sistema de criminalidad y de inteligencia le cuente a uno las intenciones reales. Juzgar a Ingrid porque no estuvo es injusto, fue una víctima que sufrió su proceso y ahora lo retoma y cada día se convierte en esa persona que tanto amaron los colombianos.
En caso de no llegar a una segunda vuelta, ¿qué camino cree que debería tomar Ingrid Betancourt? ¿De cuál de los demás candidatos se siente más cercano?
He aprendido que cuando uno se mete a carreras y para cumplir su objetivo se debe pensar en la victoria, no hemos tenido el tiempo para reflexionarlo, ni siquiera lo hemos cruzado. Ingrid mantiene una posición, yo mantengo una muy cercana, pero al final de la carrera de la segunda vuelta nos sentaremos a pensar que es lo que necesita el país. Por el momento, le hacemos un llamado a todos los colombianos a que piensen en los problemas y en que nuestra propuesta se fundamenta en los méritos, las oportunidades.
¿Se s identificaría con Fajardo?
Yo me acerqué a la opción de centro, bien sea que se llame Sergio, Ingrid, pienso que me tiene aquí la no polarización que nos hace daño y tenemos los colombianos que dejar de ser explotados por esos sentimientos polarizadores.