Juan Felipe Murgueitio, militante del Centro Democrático, y el ‘influencer’ Julián Jaramillo, aspiran a obtener una curul en el Cabildo caleño. “Apuesto a que habrá renovación”, dice el primero. “Me enfocaré en la movilidad”, afirma el segundo.
El País: ¿Por qué quiere ser concejal de Cali?
Juan Felipe Murgueitio (J.F.M.): Porque estoy cansado de ver la ciudad como está. El deterioro es evidente en los últimos diez, veinte años, y estoy convencido de que mientras personas como nosotros, que vemos la política como un servicio realmente, no ocupemos esos espacios, se los vamos a seguir cediendo a las personas que tienen la ciudad como está. Coincido en que el Concejo se ha vuelto casi que una notaría para la Alcaldía y debe ser un contrapeso, un control político, y la ciudadanía ya está entendiendo que necesita en el Concejo quién le haga control al alcalde de turno.
Julián Jaramillo (J.M.): Me gustaría darle una oxigenación al actual Concejo de Cali, porque las personas tienen que ser conscientes de que el Concejo es la junta directiva de la ciudad, que no se trata solo de una corporación que nadie sabe qué hace, sino que, primero, es la que presenta los proyectos de acuerdo y se encarga de aprobar o no los proyectos que se presenten. Uno le pregunta en la calle a las personas: ‘nómbreme cinco concejales que usted conozca’, y dicen: ‘¿qué es un concejal? ¿qué hace un concejal?’. ‘¿Usted por qué concejal votó la elección pasada?, y dicen: ‘la verdad es que no me acuerdo”.
Le puede interesar: ¿Qué salidas tendría Petro ante las pérdidas de las mayorías en el Congreso?
El País: ¿Tiene el aval de algún partido?
J.F.M.: Yo milito en el Centro Democrático desde 2017. Me considero de centro derecha, en el espectro ideológico. Soy pro empresa, estoy convencido de que el desarrollo de la sociedad lo jalona, en gran medida, el desarrollo productivo y soy precandidato al Concejo de Cali en Centro Democrático, en una lista abierta.
J.M.: Yo me ubico en el espectro ideológico de la centro izquierda, y estoy buscando un aval porque es muy difícil salir a recoger firmas para el Concejo. Estoy definiendo el aval con un partido y, cuando lo tenga, seré feliz de decirles abiertamente voy por tal partido.
El País: ¿Qué opina de que haya casi 40 precandidatos para la Alcaldía?
J.F.M.: Hay un componente de buenas intenciones, pero pienso que lo de las firmas es un cálculo político más que otra cosa. Lo de las firmas es una especie de trampita que tiene el sistema electoral, porque le permite a los candidatos hacer campaña antes. Entonces, tienen vallas, contratan cuñas, salen a volantear y eso les da un respiro a los candidatos que no son tan conocidos.
Hay un desgaste gigantesco de los partidos políticos, ganado en cierta medida, pero también porque la institucionalidad del país cada vez está más amenazada. En lugar de recoger firmas, tenemos que recuperar la institucionalidad en el país, y eso pasa por fortalecer los partidos.
J.M.: Veo esto desde las elecciones nacionales, cuando fue muy evidente que hubo de gente nueva al Congreso. Eso hizo que las personas soñarán: ‘si estas personas, que nunca han estado en política, sino en el activismo, ahorita pueden hacerlo, gracias a sus redes sociales, sin necesidad de un caudal impresionante de dinero para su candidatura, yo puedo hacerlo también’. Y yo lo vi desde ese lado, porque para nadie es un secreto que a mí no me conocen en la calle, mi presencia se ha dado en las redes sociales. Muchas personas están soñando con que en realidad se puede llegar a la política, y eso se va a reflejar en las urnas.
Le puede interesar: Las alertas rojas que lanzan analistas por pérdida de gobernabilidad del presidente
El País: ¿Pero en el Concejo va a haber renovación o van a llegar los candidatos con maquinarias políticas?
J.F.M.: Yo le apuesto a que va a haber renovación. Sé que el sistema que está funcionando es complicado, pero he recorrido la ciudad desde principios del año y se siente una necesidad gigantesca de tener un concejo que funcione, que no esté de notario de la Alcaldía. No me atrevo a dar una cifra de a cuántos concejales nuevos vamos a llegar, pero yo le estoy apostando a salir, y espero llegar acompañado de otros cuántos, porque sean uno, dos, tres, si hacemos el trabajo bien hecho, y, lo más importante, si los caleños entienden que hay que acompañar el ejercicio público y la toma de decisiones y que hay que estar pendiente de lo que pasa en el Concejo, una sola curul puede valer muchísimo más que las demás que están allá simplemente firmando.
J.M.: La verdad, es muy difícil ganarle a una estructura política, y que un voto de opinión, que es el más difícil de mantener en el tiempo, te llevé a ganar, más en Cali, que tiene definidas sus estructuras políticas de centro, izquierda y derecha. Es muy difícil que cambien más de tres a cinco curules, pero nada es para siempre. Yo invito a la ciudadanía a que reflexione: ‘si no me acordé por quien voté hace cuatro años, ¿por qué esa persona me está pidiendo que la vuelva a elegir?’. Caleños, pónganse la mano en el corazón, que, de verdad, necesitamos una oxigenación en el Concejo, que haga un control político riguroso al Alcalde que sea, no es posible que seamos un comité de aplausos, eso no puede seguir ocurriendo en Cali.
El País: ¿Cuántos periodos debería permanecer un concejal en el Cabildo?
J.F.M.: Entiendo que en el periodo anterior, 2018/2022, se acordó un límite de tres periodos, no me acuerdo si eso al fin quedó en la reforma política del Gobierno pasado, pero considero que es una cifra sensible. O sea, es bueno que haya funcionarios por elección popular que se destaquen que puedan repetir quizás dos veces más, pero la permanencia de una persona en esos espacios aumenta el riesgo de incidir o de caer en actos de corrupción. Entonces, la rotación siempre es importante.
J.M.: Unas personas dicen que lo justo es un periodo y que luego se lance a otro espacio de representación. Digamos, si yo me elegí en el Concejo y no quiero lanzarme a gobernar, que es una cosa demasiado difícil, puedo aspirar a la Asamblea o a la Cámara de Representantes o al Senado, pero hay otras personas que dicen: ‘¿y qué pasa cuando la gestión de alguien es sobresaliente y yo quiero seguir votando por esa persona dos o tres períodos?’. Entonces, ahí está la puja política, pero yo estaría de acuerdo con que sea un máximo de dos periodos.
El País: De ser elegido concejal, ¿a qué se compromete con los caleños?
J.F.M.: A fortalecer los frentes de seguridad en los barrios de Cali. Voy a presentar un proyecto de acuerdo para garantizar un presupuesto participativo para que la misma comunidad, por medio de sus frentes de seguridad, pueda decidir en qué se invierte la plata para la seguridad en sus barrios. Si quieren poner cámaras, que lo puedan hacer; si quieren arreglar los parques, que lo puedan hacer. También, si hay que demoler una estructura que esté abandonada y se esté prestando para malos manejos, que lo puedan hacer. Esa es mi principal propuesta en materia legislativa.
J.M.: Me puedo enfocar en el tema de la movilidad, que afecta a los caleños porque es una problemática del día a día. Hay personas a las que ni siquiera les interesa lo estructural, hacia dónde va la ciudad, sino que le solucionen sus dolencias del momento, que es el acceso al sistema de transporte MÍO y que las vías estén en buen estado, de tal manera que cuando salgan a la calle tengan esas microdemandas suplidas. Todo lo que engloba la movilidad es muy importante para los caleños, porque ahora Cali queda a dos horas de Cali. Usted se mueve de norte a sur en hora pico y es un dolor de cabeza y muchas personas lo viven a diario y es tiempo que pierden en sus familias.
Le puede interesar: ¿Le preocupa a Estados Unidos la cercanía de Petro con Maduro? Francisco Palmieri
El País: Y de los actuales 21 concejales, ¿a quién o a quiénes destaca por su labor en el Cabildo caleño?
J.F.M.: Yo rescataría a Diana (Rojas) el período que estuvo, rescato a Roberto Ortiz, el Chontico, también. Los dos que han hecho oposición, me parece que han sido los más destacables, sobre todo porque votaron en contra del empréstito por 650 mil millones de pesos del 2020, que demuestra que la responsabilidad política de lo que está pasando en Cali se comparte entre el alcalde Jorge Iván (Ospina), su gabinete y el Concejo de Cali, que es otro brazo de su gabinete. Y también destacó a Juan Martín (Bravo), porque me parece que ha sido juicioso y que, cuando ha tenido posturas con las que no estoy de acuerdo, lo ha hecho desde una base argumentada y eso me parece valioso.
J.M.: A Juan Martín Bravo, que lo ha hecho muy bien, y a Ana Erazo, que lo ha hecho bien en el último año. Diana Rojas sobresalió también como contrapoder a Jorge Iván Ospina. Son personas que han hecho las cosas bien, aunque son diferentes a mi orilla política. Ahora, los que están sembrados y no se les conoce la voz, porque son concejales mudos y solamente se dedican a firmar, a esa gente es a la que toca renovar, porque a los que brillaron, la gente verá si les da la oportunidad o no, pero personas que han estado tres y cuatro periodos y están pidiendo nuevamente pista para volver a aterrizar, difícil.