Desde el inicio de la legislatura, la representante a la Cámara por la Alianza Verde Juanita Goebertus se ha destacado entre los opositores al Gobierno Duque, pero esta semana asumió un rol que le dio mayor protagonismo: fue la vocera en la réplica televisada al discurso en el que el Presidente anunció las objeciones a la Ley Estatutaria de la JEP.
Una cómoda cafetería se convierte en su oficina temporal para hablar con Colprensa. Ya sentada, con voz suave y un discurso claro, Goebertus dice que la oposición se está tratando de articular, aunque reconoce que tiene muchos matices.
Es igual de contundente al afirmar que todo lo que está pasando en torno a la nueva justicia transicional hace parte de una estrategia electoral del Gobierno y del uribismo para obtener buenos resultados en los comicios regionales de octubre.
La congresista, que para muchos sectores es el nuevo referente de la oposición en Colombia, plantea qué espera para su partido en las próximas elecciones y en particular para su mentora, la precandidata a la Alcaldía de Bogotá, Claudia López.
¿Cómo cree que va a dar esta discusión de las objeciones a la JEP?
La decisión del Presidente de objetar la ley pone en grave riesgo la separación de poderes, amenaza el proceso de construcción de paz, pero más grave aún, nos distrae de las discusiones importantes en el país. Creo que tristemente el destino de esto es estar seguramente durante un año en un tire y afloje entre el Gobierno, el Congreso y la Corte Constitucional para que en un año le ordene al presidente Duque sancionar la ley como venía.
¿La falta de esta ley sí va a afectar el funcionamiento de la JEP?
He tratado de ser muy contundente en esto: la JEP va a seguir funcionando como lo ha hecho todo este año con su mandato constitucional, que es contundente, y con la ley de procedimiento que está vigente. Por supuesto que si los excombatientes empiezan a sentir que no hay condiciones, se dilatan los procesos, se demora el proceso de investigación, juzgamiento y sanción, e incluso estamos en riesgo de que la Fiscalía de la Corte Penal Internacional considere que esa dilatación daría campo para que la CPI intervenga.
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¿Cree que es posible que los excombatientes se desmotiven y regresen a delinquir?
Hoy hay 13.000 excombatientes. La Fundación Ideas para la Paz y el Internacional Crisis Group calculan que hay entre 1500 y 2000 en la disidencia. En los trabajos de campo que han hecho estas organizaciones señalan que una de las razones para irse a las disidencias fue justamente no tener certeza sobre la seguridad jurídica de cuáles iban a ser sus procesos. Esto ya sucedió en Colombia cuando el proceso de desmovilización paramilitar, una de las principales razones de algunos de estos excombatientes paramilitares para irse a las llamadas bandas criminales o bacrim era ausencia de garantías de seguridad jurídica de cómo iban a seguir adelante sus procesos.
¿En qué fundamentan ustedes que las objeciones no son legales?
Frente a leyes estatutarias, el Presidente tiene la posibilidad constitucional de presentar objeciones por inconveniencia y, es cierto que él presenta estas seis razones rotulándolas como razones de inconveniencia, pero cuando uno las estudia a profundidad, se da cuenta que ahí no hay un análisis de cuáles serían los efectos económicos, políticos o sociales, supuestamente inconvenientes de su posición, que es lo que dice la Corte Constitucional que constituye una inconveniencia, sino que lo que pretende hacer el Presidente es reabrir las discusiones específicas de constitucionalidad sobre las que ya se pronunció la Corte, y en lo que sí es clarísima la ley y la Corte es que no procede este tipo de objeciones frente al tema de constitucionalidad.
¿Es una estrategia para seguir restándole credibilidad a la JEP?
Realmente me lo pregunto a mí misma y, dado que esto no tiene ningún chance de prosperar, o sea, en el peor de los escenarios, insisto, tardaremos un año entero hasta que la Corte concluya que no proceden, lo único que puedo pensar es que es una estrategia para azuzar los odios que genera una discusión tan polarizante, para devolvernos a octubre de 2016 en las tensiones del plebiscito entre el Sí y el No, porque saben que esto les funcionó electoralmente y porque sabe el partido de Gobierno que allí tiene réditos electorales, en vez de concentrarse en cómo generar mejores condiciones de vida para los colombianos y dedicarnos a los temas importantes del país, de crecimiento económico.
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¿Entonces está más enfocado a las elecciones de octubre que a hacer trizas el Acuerdo de paz?
Depende, hacer trizas el Acuerdo depende de varias cosas. Yo estoy convencida de que estos seis puntos van a fracasar, pero de aquí a que fracase se le hace un deterioro al proceso de paz muy grave porque cada día en el que no hay certidumbre sobre las condiciones de seguridad jurídica hay riesgos de crecimiento de las disidencias; cada día en el que no destinamos los recursos suficientes para transformar esos territorios, pues no se estabilizan y puede resurgir la violencia. Entonces creo que hay una parte de estrategia electoral, pero la decisión de no volcarse como se debe a estos territorios para transformarlos tiene un riesgo inmenso al proceso de paz.
Dice que es una estrategia electoral del uribismo, ¿pero por qué no lo es también de ustedes?
Yo diría todo lo contrario, si usted mira en cualquier escenario electoral, la gente no necesariamente le parece que en este momento la paz es lo más taquillero. En realidad, somos pocos quienes estamos de convicción defendiendo la importancia de seguir avanzando en el Acuerdo de Paz. Alguien experto en mercadeo electoral creo que le diría a un candidato que no necesariamente la paz es lo que más votos le va a dar.
¿Entonces qué tema será el referente de la oposición para las elecciones regionales de octubre?
Nuestra apuesta como Alianza Verde para octubre es una visión territorial que responda a las necesidades en cada región. En Bogotá vamos a tener una lista de lujo, independientemente de nuestro candidato. A la Alcaldía vamos a tener una alcaldesa de lujo, eso va a implicar apostarle a construir sobre lo construido, como ha dicho Claudia López.
¿Así tengan que hacer coaliciones con Gustavo Petro?
Nosotros hemos anunciado que iremos paso a paso a cada territorio evaluando cuáles son los condiciones para cada uno. En estos momentos no hay ninguna decisión sobre una coalición en el caso de Bogotá.
¿Cree que hoy la oposición es más fuerte que la que tuvieron los gobiernos de Uribe y Santos?
Hoy la oposición cuenta con una garantía que no existía antes y es que, después de la Constituyente del 91, que consagró el derecho a la oposición, se había prometido que íbamos a tener un estatuto de la oposición que consagraba que, independientemente de quien fuera elegido en el poder, existiría un sistema de control de veeduría por parte de la oposición, eso fue una deuda que quedó pendiente durante 27 años y que se materializó, gracias al Acuerdo de Paz, en el Estatuto de la Oposición, que nos permitió, por ejemplo, hacer la respuesta de la declaración en la locución del Presidente, pero que nos permite también estar hoy haciendo parte de las mesas directivas del Congreso, incidiendo en la agenda legislativa, cosa que antes no sucedía.
¿Cómo está la oposición de unida en su interior?
Tenemos varios partidos de oposición, representamos visiones distintas sobre el desarrollo del país, pero coincidimos en temas como la apuesta por la construcción de paz. Yo creo que es un proceso de construcción de confianza. Hay muchos temas que nos pueden unir y hay otros en los que seguro no podremos ir de la mano, pero el trabajo en el Congreso nos ha demostrado que hay muchos de esos temas en lo que podemos trabajar conjuntamente e incluso podemos formar coaliciones amplias con partidos como el Liberal o Cambio Radical, que es lo que nos ha permitido defender en el Congreso temas del Acuerdo de Paz.
¿Usted se imaginaba que le iba a ir tan bien en nueve meses de estar como congresista?
No. Sobre todo no me imaginaba la inmensa generosidad con la que tantos partidos de oposición deciden delegar en mí su vocería, a pesar de que, como es de público conocimiento, hay diferencias.
¿No le importa que le den palo? Claudia López a veces se salía de casillas...
Yo creo que uno va cogiendo callito de a poco. Me duele a veces la mezquindad, pero creo que ese es el costo que uno asume si toma la decisión de participar en política electoral, y creo que, de alguna manera, aunque a veces duela, pues esa es la democracia.
¿Cree que los partidos independientes van a seguir en una posición crítica frente al Gobierno?
Yo veo un Partido Liberal que se enfila hacia la defensa del proceso de paz y que va a ser un aliado fundamental en el Congreso para estos temas. Veo a Cambio Radical aún indeciso sobre cuáles van a ser los temas en los que va a tener convicciones firmes, no los veo con las misma firmeza frente al Acuerdo de Paz.
¿Cómo cree que el Gobierno va a configurar las las mayorías que necesita?
Veo un Gobierno con un bajísimo liderazgo, porque tiene poca visión de qué es lo que quiere hacer y veo un Gobierno con poca capacidad de construir una coalición.