Tras casi cinco horas de debate y cuando ya se había votado de manera positiva la ponencia de la reforma a la salud propuesta por el Gobierno Nacional, de manera intempestiva se desbarató el quórum de la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, lo que impidió que se votara el articulado y dejó en ascuas el futuro de la iniciativa.
En efecto, después de que sobre las seis de la tarde, en medio de lo que para algunos representantes de la oposición fue una confusa votación, el oficialismo celebró como una victoria que diez miembros de esa célula legislativa avalaran el paso a discusión del proyecto contra ocho que estuvieran en contra.
Sin embargo, al igual que lo había hecho a lo largo de la sesión, el congresista del Centro Democrático Andrés Forero insistió en que el presidente de la Comisión, Agmet Escaf, había incurrido en varios vicios de procedimiento, por lo que le pidió al secretario que releyera detalles de los pasos que se había seguido para el estudio de la iniciativa, cuestionando que no era claro si se había modificado todo el contenido de la reforma y que se trataba de un proyecto “demasiado enmendado”.
Sobre ese punto, una de las ponentes oficialistas de la iniciativa explicó que el documento definitivo radicado por la ministerio de Salud, Carolina Corcho, consta de 139 artículos, en los cuales se hicieron 82 modificaciones, por lo que se trata de una enmienda parcial y no total.
Aun así, el representante Forero insistió en que había anomalías y anunció que se retiraba del recinto, luego de lo cual uno de los congresistas pidió que se verificara el quórum de la sesión, dado que antes de la aprobación de la ponencia algunos congresistas ya habían abandonado el salón de deliberaciones.
Sin embargo, el presidente Escaf quiso seguir adelante con el debate y alcanzó a ordenar que se iniciara la votación nominal de los artículos que no tenían modificaciones.
Pero para entonces ya varios integrantes de la Comisión habían abandonado la sesión, por lo que el directivo le ordenó al secretario que suspendiera la votación y dio termina la sesión sin más explicaciones, pero anunciando que se citaba nuevamente para mañana.
Según observadores políticos, varios factores atentaron contra el deseo del Gobierno Nacional y la bancada del Pacto Histórico de que la polémica reforma fuera votada ayer en su totalidad.
El primero de ellos fue la amenaza pública que el expresidente César Gaviria expresó contra los miembros del Partido Liberal que votaran a favor de la iniciativa.
Aun así, la representante María Eugenia Lopera se apartó de esa directriz y avaló la ponencia, argumentando que se debía a sus electores.
“Hoy puedo dormir tranquila”, agregó.
De otro lado, representantes de los partidos Conservador y de la U tampoco respaldaron la iniciativa legislativa, lo que hizo que al final el Gobierno no sumara las mayorías necesarias para aprobar el proyecto.
Antes, cuando se discutía la ponencia oficialista, el representante ‘azul’ Gerardo Yepes había anunciado que se retiraría de la Comisión para no votar, porque debía aceptar las directrices de su partido, pero que reconocía que, de manera previa, él había firmado em respaldo de dicho documento, por lo que se sentiría mal votando de manera negativa.
Así las cosas, aunque el presidente de la Comisión Séptima citó a la misma para mañana, todo indicaría que es muy probable que este miércoles tampoco se logre completar la votación de la reforma.
Esto, debido a la complejidad de los artículos más importantes del proyecto y a que el Gobierno tendría que emplearse a fondo para garantizar las mayorías en esa célula legislativa.