Fue el centro del huracán de críticas por más de dos meses, sobre él se levantaron las acusaciones que lideró un fraude en las elecciones de Congreso de marzo pasado, pero la transparencia y la eficaz gestión del pasado 29 de mayo, en los resultados de la primera vuelta presidencial, parecieron ser la revancha que tuvo Alexander Vega Rocha, registrador nacional, para mostrar que no hubo y no habrá fraude en el proceso democrático.

Vega le responde a la campaña del Pacto Histórico que ha venido diciendo que no tienen garantías, dice que en Colombia no hay posibilidad de fraude. También asegura que está demostrado que fueron los jurados en marzo los que se equivocaron, más no la organización electoral.

Reitera una y otra vez cómo es el proceso que se le ha explicado a las campañas presidenciales de cómo se realiza el preconteo, el escrutinio, y la forma que tienen para vigilarlo y hacer sus advertencias.

En un mensaje a los candidatos Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, les dice que la Registraduría es un árbitro imparcial de la contienda y seguirá brindándoles las garantías.

Así habló el Registrador Nacional con Colprensa a dos semanas de la contienda definitiva.

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Como se dice coloquialmente, ¿con la primera vuelta se sacó la ‘espinita’ por todos los cuestionamientos tras la elección de Congreso en marzo?

Así como las campañas políticas y la mayoría de los colombianos, estoy satisfecho con el balance positivo de la organización de la jornada electoral del pasado 29 de mayo. Hemos demostrado con nuestro trabajo que la Registraduría ha cumplido de manera rigurosa con la dirección de las elecciones y ha garantizado la publicidad y transparencia de estas.

La campaña del Pacto Histórico, en cabeza de Gustavo Petro, insiste en que no hay garantías de parte suya ni la Registraduría. ¿Qué le responde?

La Registraduría ha brindado garantías a todas las campañas políticas. Para ese propósito, se han efectuado reuniones técnicas y desarrollado simulacros de las actividades del proceso en sus distintas etapas, con la participación de representantes y auditores de las campañas, organismos de control y observadores nacionales e internacionales.

Como resultado de estos encuentros, y acogiendo muchas de las sugerencias presentadas, se definió un diseño de los documentos electorales de fácil diligenciamiento y lectura, lo cual se reflejó en el buen trabajo de los jurados y en los procedimientos de preconteo y escrutinio.

Adicionalmente, la Registraduría desplegó un plan estratégico de garantías para las elecciones presidenciales, que fortaleció el proceso electoral, porque incluyó la implementación de esquemas de designación, la comunicación y capacitación para los jurados y testigos electorales, con supervisión de las campañas, observadores y organismos de control; el robustecimiento de las plataformas tecnológicas que la Registraduría pone a disposición de las campañas y la ciudadanía, y las instrucciones oficiales y únicas a todos los actores del proceso, para que no fueran sometidos a información falsa por parte de terceros.

La certeza del preconteo y el escrutinio inicial en la primera vuelta fue del 99,9 %. ¿Por qué no fue así en la elección de Congreso?

En primera medida, debo señalar que las diferencias entre los resultados del preconteo (informativo y sin valor jurídico) y el escrutinio, se presentaron únicamente para Senado de la República, pues la simulación de asignación de curules para la Cámara de Representantes coincidió con los resultados oficiales, tanto en las circunscripciones especiales como en las territoriales, en todos los departamentos del país, con la única excepción de la cámara territorial del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, donde varió una curul, así como en las 16 curules adicionales en la Cámara de Representantes para las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz.

Como he manifestado en varias oportunidades, la elección presidencial es una elección más sencilla, en razón a las diferencias logísticas y técnicas con las elecciones legislativas. En estas últimas, se inscriben listas abiertas a corporaciones públicas, que en Senado de la República incluyen hasta 100 candidaturas por agrupación política, lo cual tiene implicaciones en el diseño y en el manejo de la documentación electoral.

También he dicho que la no transmisión de votos en el procedimiento informativo del preconteo para Senado obedeció, principalmente, a los tachones y enmendaduras en los formularios E-14 por parte de los jurados, que contaminó visualmente los datos consignados en estos. Ello, con total desconocimiento de las directrices oficiales de la Registraduría y obedeciendo instrucciones de terceros difundidas en las redes sociales.

Precisamente, las campañas y la ciudadanía pudieron evidenciar las inconsistencias gracias a que la Registraduría publicó de forma oportuna las actas en la página web de la entidad y las entregó en formatos de archivo plano a las fuerzas políticas en contienda, sin restricción alguna. En otras palabras, la Registraduría les otorgó las herramientas para ejercer el debido proceso y la contradicción en todas las instancias de los escrutinios, para que los jueces de la República consolidaran los resultados oficiales e hicieran, si había lugar a ello, las correcciones sobre inconsistencias en los formularios E-14.

¿Los errores ya identificados de los jurados en marzo pasado fueron involuntarios o fueron incitados?

Primero, debo decir que la Registraduría excluyó a los jurados de votación que presentaron serias anomalías en el diligenciamiento de los formularios E-14 el pasado 13 de marzo –en 5.109 mesas de votación– y le remitió dicha información a la Procuraduría General de la Nación y a la Fiscalía General de la Nación, para que determinen en qué casos dichas irregularidades implican la responsabilidad disciplinaria y penal de los jurados. Sin embargo, está claro que muchos de los jurados que hicieron tachones sobre los E-14, lo hicieron siguiendo instrucciones de terceros, difundidas en redes sociales, en contravía, reitero, de lo indicado por la Registraduría en las capacitaciones oficiales.

Los resultados de la primera vuelta presidencial demostraron claramente que cuando no inciden elementos externos en el proceso electoral este funciona. Cuando los jurados actúan ceñidos a las instrucciones impartidas en las capacitaciones presenciales y contenida en el material complementario de estudio, suministrado por la entidad, cumplen correctamente con sus funciones. Así se evidencia en los resultados de la primera vuelta presidencial.

¿Las denuncias que ya están contra los jurados, hasta qué punto espera usted como registrador lleguen?

Reitero que se entregó la información sobre las 5.109 mesas de votación a la Procuraduría y a la Fiscalía para que, en el marco de sus competencias, investiguen el eventual o posible actuar doloso de los jurados que prestaron el servicio en esas mesas y determinen las responsabilidades a las que haya lugar.

¿Cómo le fue en la citación del fiscal para ampliar el reporte sobre esas irregularidades?

En mi exposición ante la Fiscalía General de la Nación expliqué en detalle en qué consistieron los errores de los jurados, para que ese ente instructor, a partir de esa explicación y de la evaluación del informe de auditoría forense aportado, determine, dentro del ámbito de su competencia, la presunta existencia de conductas punibles por parte de los jurados que incurrieron en los errores.

¿Por qué no habrá fraude el próximo 19 de junio?

Porque la Organización Electoral ha blindado el proceso electoral y ha garantizado que todas las instancias estén dotadas de publicidad e integralidad en todos sus procedimientos. Esta es la mayor garantía. Los resultados de primera vuelta los entregamos al país de manera ágil y fueron aceptados por todas las campañas de manera pacífica. Todas las actas de escrutinio, las de los jurados en las mesas (formularios E-14, en todos sus ejemplares); las de los jueces de la república, en el nivel municipal y distrital; las de los delegados del Consejo Nacional Electoral, en el nivel departamental, y las nacionales que consolida el Consejo Nacional Electoral (formularios E-24 y E-26), serán publicadas por diferentes canales, físicos y virtuales, y entregadas a las campañas políticas, para el ejercicio de vigilancia y para asegurar, en todo caso, la oportunidad de que sean controvertidas dentro del procedimiento de los escrutinios, en la eventualidad de que se presente alguna de las causales de recuento o reclamación de las establecidas en las normas aplicables.

¿Si la diferencia entre el candidato ganador y el perdedor el 19 de junio es muy corta, se podría abrir la posibilidad de un fraude?

No. Entre más corta sea la diferencia habrá más tensión entre las campañas, pero en el marco del plan estratégico de garantías de las elecciones presidenciales, la publicidad de los procedimientos será la columna vertebral de la transparencia del proceso, para tal efecto, los representantes y auditores de las fórmulas presidenciales dispondrán de todas las herramientas que les permitan verificar la veracidad de los resultados, con posibilidad de revisar las actas físicas y archivos digitales generados por los software.

¿Satisfecho con el espaldarazo que han dado las misiones de observación electoral extranjeras y varios sectores en Colombia tras la votación del 29 de mayo?

Los informes independientes de las misiones de observación electoral de la OEA, la Unión Europea y demás observadores electorales internacionales concluyeron que la jornada electoral de la primera vuelta fue garantista y estuvo bien organizada por la Registraduría, y que las mejoras introducidas para superar la desconfianza ciudadana fueron apropiadas. Esto le debe dar satisfacción y tranquilidad a las fuerzas políticas y confianza a toda la ciudadanía.

¿Cuál es su mensaje a las campañas de Hernández y Petro con miras a la elección del 19?

Les digo a las dos campañas que la Registraduría es un árbitro imparcial de la contienda y seguirá brindándoles las garantías para que acompañen todas las actividades de la jornada electoral del próximo 19 de junio, y que pueden tener la certeza de que los resultados electorales serán transparentes y certeros, como acaeció en la primera vuelta. La verdad electoral estará reflejada en cada una de las instancias del escrutinio.

¿Qué les dice hoy a críticos tan fuertes suyos como el expresidente Andrés Pastrana y el presidente del Senado, Juan Diego Gómez?

La mejor respuesta a las alegaciones infundadas de fraude, independientemente de su origen, es el trabajo transparente y juicioso de todos los funcionarios de la Organización Electoral comprometidos en el proceso, cuyo esfuerzo se ha visto reflejado en los resultados electorales certeros, ágiles y precisos de la primera vuelta presidencial, en la que el margen de error entre los resultados de preconteo y escrutinios fue de solo el 0,1 %, el menor en la historia de las elecciones presidenciales en el país. La Registraduría sigue demostrando con pruebas y con hechos que todas las acusaciones de fraude electoral en Colombia son falsas e injustas. Una vez pasadas las elecciones, iniciaremos las acciones legales contra el presidente del Senado, Juan Diego Gómez.