Antes de que iniciara la audiencia de acusación en su contra por presunta manipulación de testigos, el expresidente Álvaro Uribe aseguró que las garantías no se estarían aplicando para él, y enumeró una serie de casos que así lo demostrarían.
Uribe convocó a una rueda de prensa en su casa ubicada en Llanogrande, Antioquia, con el objetivo de explicar las supuestas pruebas de un montaje que se habría realizado en su contra para acusarlo, documento que, a su vez, compartió en sus demás redes sociales.
Pero, en principio, el exmandatario aseveró: “Horas antes de empezar este juicio, repito ante mis compatriotas, a quienes nunca he engañado, que jamás tomé la iniciativa de buscar un testigo. En el derecho irrenunciable de defender mi honra, pedí verificar múltiples informaciones sobre ofertas de beneficios a reclusos para que me acusaran”.
Ahora bien, en uno de los 23 puntos enunciados en el documento, quien fuera el líder natural del Centro Democrático indicó que a sus abogados le negaron la existencia del proceso en su contra, pero que en Bogotá le decían a periodistas y políticos “que tenían todo listo para encarcelarme”. “Me comunicaron el proceso llamándome a indagatoria. No me permitieron versión libre”, relató.
Según Uribe, el ponente, magistrado Linares, violó el reglamento de la Corte Constitucional y no hubo nulidad. Al respecto, aseguró que este “filtró la ponencia a un periodista, su viejo amigo y compañero de trabajo”, y que, además, le habría permitido trasmitir la audiencia de discusión.
Entre otras cosas, denunció que lo interceptaron ilegalmente durante 32 días, lo cual significó una violación a su intimidad. “Violaron el principio universal del respeto a las comunicaciones abogado cliente”, resaltó Uribe.
Otro punto del documento señaló: “Le creyeron a un preso, Monsalve, condenado a más de 40 años, por secuestro y otros delitos, amigo del senador Cepeda, a quien ha estimulado con beneficios”.
El expresidente mencionó que le violaron el derecho a controvertirlo. “Le recibieron declaraciones en un proceso para mí, secreto. Lo mismo a la esposa del preso, a quien los informes de inteligencia señalaron de integrante de Farc”, indicó.
Finalmente, Uribe hizo un duro señalamiento y afirmó que sus “antagonistas políticos” han logrado convertirse en sus acusadores judiciales, “unos de ellos cercanos a la Farc, y otros colaboradores directos, o indirectos, cubiertos por la cautivante palabra paz”, dijo.
“Todo esto empezó por unos administradores de justicia, desconocedores u opuestos a mi carrera pública, influenciados por la caricatura que exponen mis adversarios. Operadores de justicia que ignoran o desconocen mi sentido de Honor Patrio”, concluyó en el documento.