“A quienes por diversas razones se encuentren inmersos en conflictos que generan violencia, temor, desplazamientos y atentados contra la vida y la dignidad humanas, los exhorto en el nombre del Señor: ¡no más violencia!, ¡no más guerra!, abran sus corazones y sus manos a la paz”.

Estas fueron algunas de las palabras que monseñor Luis Fernando Rodríguez Velásquez pronunció ayer durante la homilía de la eucaristía que presidió en la Catedral de San Pedro y en la que asumió como nuevo arzobispo de Cali.

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También indicó que “como ciudadanos que habitamos estas hermosas tierras, de Cali y de Valle del Cauca, les digo que cuento con ustedes para trabajar juntos en la búsqueda de la paz, la reconciliación y la dignidad de nuestros conciudadanos; cuenten ustedes también con mi humilde colaboración”.

El nuevo jerarca de la Iglesia Católica en la comarca le agradeció a monseñor Darío de Jesús Monsalve Monsalve, de quien recibió el báculo pastoral, “su fraternidad, enseñanzas y estímulo”.

También dijo que “estos meses como coadjutor han sido del todo especiales. He podido darme un adecuado espacio, primero para la oración, pidiendo al Señor sus luces y el don del Espíritu Santo. He podido discernir acerca de lo que está por venir, y he dado gracias infinitas a Dios por la obra que, a través de la Arquidiócesis, por más de cien años se ha llevado a cabo en estas tierras de Cali y el Valle”.

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Y anunció que el próximo 26 de enero se llevará a cabo una asamblea general de presbíteros y diáconos de toda la Arquidiócesis.

Luego, a través de El País, le envió un saludo a los feligreses de la ciudad: “Que el Señor sea la luz y quien acompañe y llene de esperanza a este pueblo, que a veces se siente sumido en la tristeza, en la desesperanza, en la desilusión. Como pastor de la Iglesia Católica, no quiero ser profeta de calamidades sino de la esperanza, anunciador de una buena nueva. Sí, estamos pasando dificultades, pero el Señor nos ha dicho que no tengamos miedo, que Él está con nosotros”.

De su lado, el saliente arzobispo de Cali, monseñor Monsalve, le dio las gracias “a toda la gente que ha habitado a Cali en estos tiempos en los que me ha correspondido acompañarlos” y agregó que “es la gratitud y es también el compromiso de seguir unidos en la intercesión ante Dios y la bendición a todos en sus vidas, hogares trabajos y esfuerzos”.