El investigador de Justicia y docente de la Universidad Nacional, Rodrigo Uprimny, expresó su desacuerdo con la propuesta del presidente Gustavo Petro de convocar a una constituyente en Colombia.
En su análisis, el jurista especializado en derecho constitucional, argumenta que esta propuesta carece de sentido y presenta varios riesgos para el país. Además de notarse inviable jurídicamente. “Es innecesaria pues el problema para que el gobierno Petro no haya logrado los cambios que pretende no está en la Constitución de 1991, que aunque requiera ajustes, es un marco normativo que Colombia en general apoya y que sigue siendo apropiado para lograr las transformaciones que necesitamos”, manifiesta Uprimny.
Rodrigo Uprimny, actualmente se desempeña como miembro del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas. En su comunicado destaca que apoya muchas de las reformas buscadas por el gobierno actual, como la tributaria, pensional, educativa, judicial y agraria, pero considera que una constituyente es innecesaria.
Afirma que el problema para el gobierno de Gustavo Petro no radica en la Constitución de 1991, sino en la falta de especificidad sobre qué aspectos de esta están obstaculizando las reformas.
Además, Uprimny señala que una constituyente en el actual clima político de polarización aumentaría las tensiones y dificultaría la consecución de un consenso amplio. Argumenta que el proceso de convocatoria y aprobación de una constituyente sería largo y complejo, y duda de que se pueda completar durante el mandato del presidente Gustavo Petro.
Los pasos que recorre una Asamblea Constituyente
En la misiva del jurista y docente se puede leer cuál sería este proceso.
- La convocatoria de una constituyente debe ser aprobada primero por el Congreso por mayoría absoluta de los miembros de las cámaras, que es más exigente que la mayoría simple para aprobar las leyes.
- Esta ley es revisada por la Corte Constitucional, lo cual toma varios meses.
- Si la Corte valida la ley, la convocatoria a la constituyente debe ser aprobada en votación popular y no solo debe ganar el SI, sino que los votos afirmativos deben superar el tercio del censo electoral. (Las cifras en la actualidad: el censo electoral es hoy de 39 millones. Al menos 13 millones deberían votar Sl a la constituyente).
- Finalmente, la asamblea debe deliberar por unos buenos meses y aprobar, si llega a acuerdos, una nueva constitución, que podría incluso ser sometida a referendo.
De esta manera, Uprimny manifiesta que en el periodo presidencial es poco tiempo para llevar a cabo este proceso democrático.
Lo resume así: " i) aprobación de ley convocante, que toma varios meses; luego ii) revisión por la Corte, que son otros meses más. Luego iii) campaña y primera votación para aprobar la convocatoria, que son otros meses más. Luego iv) campaña y segunda votación para integrar la constituyente, que son otros meses. Y luego v) trabajo de la constituyente y aprobación del nuevo texto, que son varios meses más. Y de pronto posible referendo para aprobar la nueva constitución”.
Finalmente, el jurista y docente manifiesta que en lugar de centrarse en una constituyente, insta al gobierno y a las fuerzas políticas a concentrarse en impulsar y concretar reformas que puedan lograrse por vías ejecutivas o legislativas, mientras se trabaja en construir un acuerdo nacional para las reformas más necesarias.