María José Pizarro, vicepresidenta del Senado de la República, sería la carta del presidente Gustavo Petro para las elecciones presidenciales de 2026, según la congresista de oposición, María Fernanda Cabal.
En diálogo con Vicky en Semana, Cabal aseguró que Pizarro podría ser la candidata del petrismo. Aunque la congresista no cree que el “poder constituyente” al que alude Petro sea un mecanismo para ‘atornillarse’ en la Casa de Nariño, a su juicio, el mandatario quiere colocar en el poder a una ficha del Pacto Histórico.
“Él quiere amarrar todos los recursos para poner a su sucesora. Que yo, hasta la fecha, veo que es María José Pizarro”, expresó la senadora del partido Centro Democrático en entrevista con la directora de Semana.
Son varios los elementos simbólicos que, para Cabal, evidenciarían su intención de dejar como sucesora a Pizarro. Por ejemplo, recordó que fue María José Pizarro quien le impuso la banda presidencial a Petro el 7 de agosto de 2022, cuando se posesionó como mandatario de los colombianos.
Otro de esos símbolos, según la senadora de oposición, fue el sombrero de Carlos Pizarro, exjefe guerrillero del M-19 y padre de María José Pizarro. Como se recordara, el pasado 18 de junio, el presidente Petro destacó el sombrero como un símbolo de paz y celebró su designación como “patrimonio de la nación”.
Sin embargo, un día después, el Ministerio de Cultura aclaró que el sombrero del excomandante del M-19 Carlos Pizarro, asesinado en 1990, no es un bien interés cultural, según la acepción formal del término, que requiere extensos procesos de postulación e inclusión en listas oficiales.
Más allá de la orilla política en la que está Pizarro, la senadora Cabal vaticinó que la próxima carrera por la presidencia “va a ser una contienda de mujeres”. “Veo mujeres enfrentándose a una presidencia de un país que quedará como si fuera devastado por la guerra”, aseguró la senadora.
Y también se refirió a las diferencias que, según ella, existen entre el hoy mandatario y la posible candidata presidencial del petrismo. “Lo único bueno dentro de todo lo malo es que María José no tiene la esencia maligna de Petro ni de quienes la rodean. Ella actúa como cualquiera que no ha tenido acceso al poder y ahora lo ha tenido en su nivel máximo, con acceso al presidente. Y en el Senado de la República, que define la agencia del día a día”, comentó Cabal.