La inminente salida de la senadora Martha Peralta del Congreso de la República para dar cumplimiento a las leyes colombianas, ha generado preocupación muy grande en el Pacto Histórico.
Como se sabe, la congresista recientemente dio a luz a su bebé, razón por la cual causó sorpresa su llegada a la instalación de la segunda legislatura y su posterior participación de la sesión de la Comisión Séptima del Senado, donde fue elegida como presidenta. Esto ocurrió el pasado 25 de julio.
Pero su elección podría caerse o enredarse por cuenta del parto que tuvo hace pocos días, ya que la legisladora debe cumplir con el periodo de licencia de maternidad estipulado en la ley colombiana en 18 semanas.
Como se sabe, la licencia de maternidad en Colombia es un derecho irrenunciable, por lo que se ha empezado a cuestionar que Peralta haya acudido a las sesiones del Congreso, a pesar de tener su bebé unos días de nacido.
La norma es clara: todo trabajador en el país tiene derecho a esa licencia, que es una incapacidad, y el empleador debe garantizarla, por lo que el Senado hará efectiva la norma.
Pero en todo este caso habría una situación que generó malestar en el Legislativo, dado que la congresista no asistió a las sesiones extraordinarias que se adelantaron en junio, tras presentar una incapacidad médica con fecha del 21 de junio, en la que se le incapacita por siete días y se determinaba que su embarazo era de alto riesgo.
En esa oportunidad, Peralta envió un oficio a la mesa directiva del Senado, en el que informó que contaba “con una incapacidad entre el 21 y el 27 de junio de 2023″ y que su embarazo se era de alto riesgo.
Por esa razón, el entonces presidente del Congreso Alexander López expidió la resolución 399, en la que se reconocía la licencia por enfermedad general a la senadora Peralta y se aclaraba que se debían garantizar todos sus derechos laborales.
Pero, sorpresivamente, en otro oficio, con fecha del 19 de julio de 2023, Peralta informó a Alexander López que su periodo de reposo culminó con éxito y que volvería a funciones. “He culminado con el periodo de reposo ordenado por la partera de la comunidad indígena que me trató durante las etapas de preparto y posparto, debido al estado de gravidez en el que estuve recientemente”.
Agrega: “De acuerdo con los usos y costumbres de mi pueblo wayuu, y los saberes de medicina tradicional que han trascendido a través de generaciones de parteras, desde la fecha puedo retomar mis actividades legislativas ordinariamente, sin afectar mis derechos como mujer en estado de posparto, ni los derechos de mi hijo recién nacido”.
Peralta no habló de la licencia de maternidad en su escrito, pues sencillamente informó que volvía a trabajar y adjuntó un certificado de una partera tradicional.
El asunto es que en Colombia no se puede renunciar a la licencia de maternidad y los únicos facultados, por ley, para otorgar incapacidades y certificados de estados de salud son los médicos. Eso no significa que las leyes colombianas desconozcan los saberes tradicionales, pero sencillamente prima la Constitución Política de Colombia.
En la nueva mesa directiva ha causado curiosidad que el embarazo de la senadora haya pasado de alto riesgo, determinado por un médico especialista, a un estado normal, según una partera tradicional.
Por esa razón, SEMANA conoció que las peticiones de la congresista no serán tenidas en cuenta y tendrá que salir del Legislativo a cumplir su licencia de maternidad, como lo ordena la ley.
Además, como la senadora presentó un documento de una partera tradicional para reintegrarse por sus creencias, le recordarán que el 20 de julio de 2022, cuando inició el cuatrienio legislativo, presentó su historial labora y afiliación a una EPS, por lo que debe cumplir el ordenamiento jurídico, es decir, tomar la licencia de maternidad así sus ancestros le recomienden otra cosa.
Como seguramente la congresista argumentará el respeto por las culturas y los saberes tradicionales, los asesores jurídicos del Congreso están trabajando en el tema para demostrar que la decisión de hacerle cumplir la licencia de maternidad no desconoce la pluralidad cultural, pero dichas creencias no están por encima de la Constitución.
Asimismo, SEMANA conoció que la Presidencia del Senado llamará al siguiente en la lista del Pacto Histórico para que tome posesión en la curul de Peralta, mientras se cumplen los 180 días de licencia de maternidad. En su lugar llegaría Ferney Silva, siguiente en la lista y cercano a Luis Fernando Velasco.
La senadora dice que hay una persecución política en su contra y que sencillamente la quieren sacar del Congreso. “Nadie está preocupado porque yo realmente esté bien o mi hijo esté bien. Ahí lo que les preocupa es realmente quitarme la presidencia de la Comisión Séptima. Mi caso como tal está Talento Humano del Senado y realmente esperamos que entren a considerar el enfoque étnico”.
Para Peralta, hay unos derechos étnicos que le permiten renunciar a su licencia de maternidad que priman sus intereses por el país.
“Yo estoy dispuesta a dar el debate porque no puede haber limitación de los derechos políticos. No puede ser que al ser tú mujer, pues te abstengas de tener hijos porque enseguida te van a limitar tus derechos políticos. No pueden sacar una mujer electa por voto popular, eso hay que debatirlo”.