“El Gobierno utiliza esta marcha como una forma de responder a la manifestación de la oposición que él mismo reconoció por diferentes canales que fue representativa. Entonces, usa este 1 de mayo a su favor y recoge a los trabajadores en su convocatoria, a pesar de que algunos lo han rechazado”.
Así analiza Nicolás Garzón, profesor del programa de Ciencias Políticas de la Universidad de la Sábana, las marchas de hoy en conmemoración del Día del Trabajo, convocadas por sindicatos y centrales obreras, a las que se adhirió el presidente Gustavo Petro para promover el apoyo a sus proyectos.
Pese a que no es la primera vez que el Mandatario intenta convertir las manifestaciones del 1 de mayo en expresiones de apoyo para su mandato, ya varios sectores negaron su participación para “no hacerle el juego” al Gobierno, rechazando que se use esta fecha a favor de la Casa de Nariño.
En ese sentido, Manuel Camilo González, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, indica que “todas las marchas tienen un componente político, pero no todas tienen un elemento partidario. En esta oportunidad, hay que decir que efectivamente está la vertiente política y la partidaria”.
“Esta marcha se está configurando, por un lado, como históricamente ha sucedido, para reivindicar los derechos laborales, pero también se suma el componente de que el Ejecutivo está moldeando estas manifestaciones para demostrar su fortaleza en las calles, ya que en el Congreso se le ha visto una relativa debilidad”, añade.
De hecho, desde varios sectores de la Administración se ha impulsado la participación a las movilizaciones, como los ministerios del Trabajo y Ambiente y el mismo Jefe de Estado solicitó la aprobación para poner una tarima en la Plaza de Bolívar para hablarle al país, que le fue negada.
Lo que explicó el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, es que ya había sido aprobada una tribuna pedida por una central de trabajo y que será la única por motivos de seguridad.
En ese sentido, los sindicatos y demás sectores que convocaron a las manifestaciones deberían aprobar el uso de su tarima por parte del Primer Mandatario.
Ante ese panorama, Petro reiteró su participación en las movilizaciones: “Con o sin tarima caminaré en la marcha del 1 de mayo; los y las invito a acompañarme. Muchas veces han intentado silenciarme y silenciar al pueblo. Para evitarlo, están los megáfonos. Este 1 de Mayo, vamos a caminar para que Colombia avance”.
“La asistencia va a ser un poco más nutrida de la que tradicionalmente se da el 1 de mayo en las manifestaciones, porque finalmente son jornadas significativas, aunque hay que decir que los sindicatos han perdido esa representación, aunque ellos aglutinan una parte muy grande de los trabajadores en Colombia”, dice Garzón.
Sin embargo, un sector del sindicalismo anunció su distanciamiento de las caminatas, porque no están de acuerdo con cederle ese espacio al Gobierno e indicaron que no saldrán a las calles hoy o que realizarán otras actividades en señal de protesta contra el Mandatario y en apoyo a la conmemoración del Día del Trabajo.
Para González, “la que se denomina manipulación del Gobierno por parte de algunos sindicalistas lo que busca es que, más allá de tener un sindicalismo independiente, no se les asocie con un gobierno que no tiene amplio respaldo en la opinión pública y con la mala racha del Presidente”.
Sobre el apoyo que podría recibir el Mandatario, Garzón señala que “el Ejecutivo debe tener muy claro que los más de once millones de votos que obtuvo en las elecciones y esa representación que logró no se mantienen intactos. Eso es natural y los gobiernos lo saben. Entonces, lo que van a tratar de hacer es utilizar todos los escenarios posibles para reivindicar ese respaldo”.
De acuerdo con él, González menciona que “seguramente Gustavo Petro buscará contrarrestar la percepción de que es impopular, demostrando que los trabajadores y el segmento de la clase informal, que tienen en las reformas sociales un capítulo especial para mejorar sus condiciones, favorecen su agenda de proyectos”.
Por ello, anotan que la Casa de Nariño esperaría tener amplia convocatoria para generar presión y lograr que el Congreso y los demás actores políticos del país favorezcan esas iniciativas bandera del Gobierno.
Centrales, divididas
“Antes se veía que las centrales obreras iban unidas a estas manifestaciones convocadas por Gustavo Petro, pero hoy hay distancia entre algunas que se manifiestan democráticas y pluralistas. En ese sentido, se apartan de los lineamientos de reformas estructurales que el Ejecutivo ha puesto a discusión del Congreso y de las cuales solo la pensional va teniendo un desarrollo progresivo”.
Esa es la descripción de lo que está ocurriendo entre las centrales de trabajo y sindicatos, a propósito de las manifestaciones de hoy, según Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública y Tributación de la Universidad del Rosario.
“Se espera que se forme una aureola de distintas manifestaciones que después sean trasladadas al Congreso para que los poderes Legislativo y Ejecutivo se pronuncien acerca de decisiones verdaderamente conciliadas”, añade.
De hecho, Jorge Espinosa Pérez, presidente de la Confederación General del Trabajo (CGT) Bogotá-Cundinamarca, opinó que el sindicato debe ser “autónomo, pluralista e independiente”.
Esta es una de esas federaciones que se encuentra dividida en dos sectores: quienes respaldan al presidente Petro y los que quieren mantener su independencia frente a él. Los segundos reclaman tener la dirección por mayorías logradas en una convención reciente.
Por un lado, está la facción oficial, dirigida por Percy Oyola y cercana al Gobierno y, por otro lado, la ‘disidencia’, presidida por Miryam Luz Triana y la federación antioqueña de la CGT.