Las constantes ausencias del presidente Gustavo Petro a diferentes eventos marcados con antelación en su agenda han llevado a decenas de cuestionamientos por parte de diferentes sectores políticos y de la sociedad civil en general. Casi un centenar de actividades contaban con la participación del Mandatario, el cual, finalmente, nunca llegó.

Esta situación, sumado a la falta de explicaciones por parte de Petro o de su equipo de comunicaciones, ha hecho que se desarrollen distintas presuntas razones que podrían estar detrás de las ausencias, algunas incluso llegando a señalar de ciertos vicios al Mandatario.

Gustavo Petro dijo a la Revista Cambio que una de las razones de sus frecuentes ausencias es la inexperiencia de funcionarios de su equipo, quienes a veces sobrecargaban su agenda. | Foto: Europa Press 2023

Entre las más recientes destacan las relacionadas por el periodista y columnista argentino Andrés Oppenheimer, quien en su más reciente editorial en El Nuevo Herald, un periódico matutino con sede en Miami, sostiene que “un exfuncionario del gobierno de Donald Trump me comentó en privado el año pasado que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, sufría de depresiones o de un problema de drogas que lo hacían desaparecer a menudo de la luz pública”, lo que lo llevó a analizar esta reincidencia del Presidente en sus incumplimientos a la agenda.

Incluso reveló información confidencial a la que tuvo acceso y que, si bien desvirtúa los señalamientos sobre una posible condición mental del Presidente, si lo dejaron muy mal parado con respecto a otros temas por los cuales también ha sido cuestionado.

“Un ex alto funcionario colombiano con acceso a información de inteligencia me aseguró que Petro no tiene ninguna enfermedad mental o física seria, sino un hábito de irse de parranda y beber demasiado hasta altas horas de la noche. El gobierno de Petro dice que eso es un infundio”, manifestó el periodista argentino.

Reveló que inicialmente no pensó que esto fuera cierto, no le prestó mucha atención porque, indica, “sonaba como un chisme barato para desprestigiar al primer presidente de izquierda en la historia de Colombia”.

Ingrid Betancourt ha revelado que cuando visitaba la casa del hoy Presidente, en la época en que este vivía en Bélgica, parecía estar sufriendo un episodio de depresión. | Foto: Semana

Sin embargo, luego de un año del actual periodo de Gobierno y con muchas más ausencias, además de la repercusión que esto ha tenido en los medios de comunicación, las recientes declaraciones similares de la dirigente política Ingrid Betancourt y la petición de algunos congresistas de oposición sobre que se le practiquen exámenes mentales al Presidente y los resultados sean difundidos públicamente, Oppenheimer reveló que ya lo está pensando más a profundidad.

Incluso el exembajador de Colombia en Venezuela, Armando Benedetti, quien se supone cercano al Presidente, llegó a sugerir que este tenía problemas con las drogas, exactamente con la cocaína, en el audio revelado el pasado mes de junio por SEMANA.

Oppenheimer habló sobre una charla que tuvo con la profesora del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Los Andes, Sandra Borda, en la que abordaron el tema. La docente le dijo que si Gustavo Petro trabajara en el sector privado y no se presentara en repetidas ocasiones a trabajar, la empresa le pediría que iniciara terapia.

“¿No debería pasar lo mismo con un presidente?”, le preguntó Borda al columnista de El Nuevo Herald, quien agregó que cualquiera que sea la causa detrás de las inasistencias de Petro, obran bien los partidos de oposición al “exigir que Petro por lo menos asista a sus compromisos durante los viajes pagados por el Estado. Un presidente ‘part-time’ no proyecta una imagen de seriedad de sí mismo, ni de su país”, concluyó.

Armando Benedetti también pondría en jaque al Presidente, tras los audios revelados por Semana de sus conversaciones con Laura Sarabia, en las que se aseguraría que el Mandatario tiene problemas con las drogas. | Foto: SEMANA

Cabe recordar que los copartidarios del Gobierno y otros políticos y sectores afines han manifestado que la petición de exámenes médicos y pruebas psicológicas al Presidente es impertinente, puesto que son subjetivas y pueden ser utilizadas con la intención de desacreditar su Mandato.