La vicepresidenta Francia Márquez deberá asistir nuevamente al Congreso para responder por la baja ejecución del Ministerio de la Igualdad. Esta vez, la citación al debate de control político es en el Senado, donde fue liderada por Carlos Fernando Motoa, de Cambio Radical.
“La Plenaria aprobó nuestro control político al Ministerio de la Igualdad y al Departamento Administrativo de Presidencia, Dapre, para discutir sobre la misionalidad de la cartera de Francia Márquez, presumible duplicidad de funciones y bajos niveles de ejecución. Esperamos que esta vez la citación no ‘rebote’. En Senado estamos muy interesados en escuchar para qué sirve ese embeleco burocrático”, mencionó Motoa, quien ha hecho seguimiento a la dependencia que comenzó a funcionar hace un año.
El senador opositor también recordó que cerca de un billón de pesos del Presupuesto General de la Nacioón se destina a esa cartera para su funcionamiento, pero por el momento es uno con los niveles de ejecución más bajos del Gobierno.
“No entendemos cuál era la premura para crear ese Ministerio en 2023 y ahora tiene esa baja ejecución y la lentitud de los resultados”, indicó.
Como es conocido, la semana pasada la Vicepresidenta se presentó ante la Comisión Primera de la Cámara de Representantes en debate de control político en el que varios ministros debían rendir cuentas sobre el presupuesto solicitado para el año 2025.
Los representantes cuestionaron que Márquez no enviara las respuestas con las que debía cumplir antes de la sesión, pero lo que más polémica generó fue lo que dijo la Vicepresidenta al respecto. “Quiero dejar la constancia de que no es cierto que, como Ministerio de la Igualdad, no se haya dado una respuesta. Aquí está la respuesta y la constancia de que al correo que tenemos de esta comisión se envió el día de ayer a las 9 y 22 minutos se envió la respuesta al cuestionario. Que rebotó, dos veces lo mandamos, rebotó, eso ya no es problema mío”, respondió.
Ese comentario de Márquez fue muy criticado y generó un debate en la opinión pública, donde algunos la defendían porque enviar un correo no es responsabilidad de ella como ministra, mientras otros reclamaban que esa no era la forma de responder de una funcionaria.