El presidente Gustavo Petro llegó en la mañana de este lunes, 11 de septiembre, a Santiago de Chile, donde participará en los actos de conmemoración de los 50 años del golpe de estado que derrocó al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973, una fecha que aún divide a los chilenos.

El jefe de estado arribó al país suramericano en compañía del canciller Álvaro Leyva y fueron recibidos, entre otros, por el cónsul en ese país, Sebastián Guanumen. Al parecer, el viaje de Petro habría demorado más de lo esperado, pues, según versiones no confirmadas por la Casa de Nariño, el Presidente habría citado a la prensa a la 1 p.m. del domingo para el viaje, pero finalmente emprendió el viaje en la madrugada de este lunes.

Medio siglo después del golpe militar, Chile aún está dividido entre los que defienden y repudian la dictadura. | Foto: Presidencia de la República

A través de las redes sociales de la Presidencia de la República se conocieron las primeras imágenes de la llegada del Jefe de Estado a ese país. La semana pasada, el mandatario colombiano anunció que viajaría a la capital chilena con la intención de buscar la unión entre los países de la región.

“A mis 13 años el golpe militar contra Allende me llenó el alma por primera vez de inquietudes políticas y condenó a América Latina a dictaduras y guerras revolucionarias. Hoy, a mis 63 años, después de una vida de lucha, quiero ir a la Moneda, al palacio bombardeado después de 50 años, cuando la democracia avanza y se profundiza”, escribió en X (antes Twitter) hace unos días.

El Presidente describió esta visita a Chile como un intento de unir a la izquierda latinoamericana. Cabe mencionar que la semana pasada, también se reunió en Cali con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, para el cierre de la Conferencia Latinoamericana y del Caribe sobre la lucha contra el narcotráfico.

“Voy a pedir la más profunda unidad del progresismo latinoamericano para configurar las fuerzas que puedan hacer perdurar la vida y la humanidad en el planeta. Actuar en la gran definición política del mundo, de América y de Colombia”, agregó Petro.

En compañía del canciller Álvaro Leyva, el Presidente fue recibido por el cónsul en ese país, Sebastián Guanumen. | Foto: Presidencia de la República

A los actos de conmemoración de este lunes también asisten los presidentes de México, Andrés López Obrador; de Bolivia, Luis Arce, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou. Además, están expresidentes, como el uruguayo José ‘Pepe’ Mujica, el colombiano Juan Manuel Santos, el exjefe de gobierno español Felipe González y la presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.

La conmemoración del golpe de Estado

El domingo organizaciones civiles y familiares de víctimas la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) realizaron una manifestación pacífica que se vio empañada por un grupo de encapuchados que vandalizaron los exteriores del palacio presidencial de La Moneda y mausoleos en el principal cementerio de Santiago.

“Desgraciadamente, la conmemoración del 11 de septiembre hace tiempo ha tenido aspectos de violencia callejera”, lamentó el presidente de Chile, Gabriel Boric, al condenar la violencia y también al reconocer un clima de retroceso entre un resurgimiento de quienes añoran a Pinochet.

En la noche, unas seis mil mujeres vestidas de negro, protagonizaron el acto más contundente en estos días de divisiones marcadas sobre todo por dirigentes políticos que reivindican el golpe de hace medio siglo. Portaban una vela y al ritmo de tambores rodearon el palacio presidencial bajo el lema “Nunca más la democracia bombardeada”, en referencia al ataque aéreo que se lanzó contra La Moneda el 11 de septiembre de 1973.

Esta fecha, de gran repercusión internacional, no despierta gran interés en una sociedad preocupada sobre todo por la economía y la inseguridad. Medio siglo después del golpe militar, Chile aún está dividido entre los que defienden y repudian la dictadura.

Hoy gobiernan los herederos políticos de Allende, pero el Partido Republicano, que reivindica el legado de Pinochet, ganó las recientes elecciones de los constituyentes que redactan un proyecto de Carta Fundamental reemplazar a la que escribió la dictadura.

Según la encuesta Criteria, un 49 % considera que “es irrelevante para las personas como ellos” la conmemoración del golpe, mientras que un 48 % dijo que “nos deja pegados en el pasado afectando la convivencia futura”.

Sin embargo, el 41 % cree que “es necesario para poder cerrar las heridas”. La firma Pulso Ciudadano afirmó por su parte que 56,5% de la población está “nada o poco interesada en el evento”, y 25,8% se considera “muy interesado o interesado”.

Con información de AFP