“Yo diría que la de 1991 es una Constitución a la que nos tomó mucho tiempo llegar. Si las constituciones del pasado fueron concertadas por los partidos políticos tradicionales, y sobre todo por los hombres en el poder, esta es una Carta Política que nace de un momento de fracturas sociales, de mucha violencia, no solo en los cascos rurales, sino también en los urbanos”, dice Tania Luna Blanco, profesora investigadora del Departamento de Derecho Público de la Facultad de Ciencias Jurídicas.

Por eso, a propósito de los 33 años de promulgación de la Carta Política vigente actualmente en Colombia, anota que la misma nació “en un momento que se traduce en un anhelo de paz y le da vida a más de 380 artículos y 13 títulos donde los colombianos encontramos no solo un catálogo de derechos y deberes, sino también mecanismos constitucionales” que le sirven al ciudadano en su diario vivir.

La Fiscalía General de la Nación fue una de las instituciones creadas en la Constitución de 1991. | Foto: Guillermo Torres Reina

Luna Blanco destaca igualmente la cláusula de Estado Social de Derecho de la Carta Magna. “Es decir, el compromiso que Colombia hizo, siendo uno de los países más desiguales del globo, con nivelar a aquellos que están en condiciones de desigualdad” y explica que ello “implica un mandato para cualquier autoridad administrativa, para el Presidente de la República, para los jueces y para los ciudadanos y es materializar la igualdad, inclinar la balanza en favor de los desfavorecidos”.

Y asegura que “más allá de hablar de los cambios que tenemos qué hacer en la Constitución, tenemos que pensar lo que ya tenemos y cómo la apuesta de esa Constitución de hace 33 años puede continuar materializándose mucho más para los excluidos y para quienes no participaron en ese momento constituyente”.

De igual forma, la docente recuerda que hubo elecciones para elegir a los constituyentes y que tuvo, por primera vez, la participación de cuatro mujeres.

El magistrado José Fernando Reyes es el presidente de la Corte Constitucional, ente encargado de proteger la Carta Magna. | Foto: Presidente de la Corte Constitucional, magistrado José Fernando Reyes

Y, en relación con la propuesta del presidente Gustavo Petro de modificarla, concluye: “La Constitución es un límite para todos, y el hecho de que no nos guste el ordenamiento jurídico no es razón suficiente para cambiarlo. Necesitamos hacer estudios mucho más profundos para poder entender cuáles son los cambios que requiere Colombia, que no solo pasan por el derecho”.