Por Olga Lucía Criollo, Editora Política
“En Colombia no nos hemos echado atrás. Este Gobierno tiene que avanzar en lo fundamental, en esas tareas. Ministro o ministra que le dé miedo, dé un paso al costado y dejen que otro lo pueda hacer”.
La frase la pronunció el presidente Gustavo Petro en su discurso del pasado miércoles en la Plaza de Bolívar y de inmediato generó inquietud sobre a quién o a quiénes les estaba hablando el Jefe de Estado, y si se avecina un remezón en el gabinete de Gobierno.
Sin embargo, al analista político Jhon Mario González también le llama la atención que, en su opinión, dicha frase es propia de un mandatario que se prepara para radicalizarse “contra viento y marea”.
“La palabra miedo, en referencia a gobernar y en un contexto democrático, es completamente fuera de lugar. Si se suma su alusión a que le entregará el poder al pueblo en el 2026, no es descartable que lo que está significando el presidente Petro es que necesita ministros dispuestos a pasar por encima de cualquier cosa y cualquier formalidad, a efectos de cumplir sus designios”, agrega.
Y respondiendo a la primera pregunta, González sostiene que es muy posible que la frase del Mandatario vaya dirigida a ministros de los cuales él espere ejecutorias más radicales, tales como la de Agricultura, Jhenifer Mojica; el de Justicia, Néstor Osuna; la de Educación, Aurora Vergara.
“Ahora, más allá de que el Presidente quiera o no cambiar dos o tres ministros, lo que la frase significa es que necesita ministros radicales, leales a toda prueba, dispuestos al sacrificio y al riesgo personal, en el evento de que las circunstancias lo exijan”, insiste.
Ahora bien, con respecto a la posibilidad de que se produzca pronto un remezón en el gabinete, considera que no: “Al menos, el Presidente no lo necesita de manera urgente, después del oxígeno político de las marchas del pasado miércoles”.
No obstante, deja en claro que “si los ministros son, de ordinario, ‘fusibles’ del Jefe de Estado, el término ‘miedo’ utilizado por este augura que cualquier motivo será justificación para su cambio sin anuncio previo”.
De su lado, el politólogo Alejandro Echeverry menciona que podría considerarse que hay varias carteras que están “en vilo”, especialmente la de Defensa, a cargo de Iván Velásquez, y la de las TIC, cuya cabeza es Mauricio Lizcano, al igual que otros ministerios donde haya cuotas políticas que no sean representativas del Pacto Histórico, sino de los partidos que hacen parte de la coalición de Gobierno.
Pero manifiesta que, en su concepto, la simbología del mensaje de del Mandatario colombiano apuntaría más bien a que “tenemos un sistema político que es complejo y que está cooptado desde hace muchos años por unos sectores políticos y económicos y, si realmente se quiere hacer un cambio, hay que perderle el miedo a confrontarse con esos sectores, que no quieren que ese cambio se haga”.
Reformas, el punto clave
Agrega Echeverry que de un posible remezón ministerial se viene hablando desde enero pasado, cuando Daniel Quintero y Jorge Iván Ospina salieron de las alcaldías de Medellín y Cali, respectivamente, especulándose en varias ocasiones que podrían llegar a la Casa de Nariño.
Eso sí, plantea que si Gustavo Petro quisiera hacer cambios en su gabinete, este sería un momento ideal para ello, “sobre todo si quiere que la reforma pensional le pase en el Congreso y si quiere volver a hacer un acuerdo nacional, como lo está tratando de hacer con la reforma de la salud”.
Entonces, dice el politólogo, tendría que barajar algunos ministerios, porque “no solo es un acuerdo nacional en términos de la visión de país, sino también del reparto burocrático, que es la dinámica con la que funciona el sistema político colombiano”.
Pero precisa que si el Primer Mandatario no logra que sus reformas sociales avancen antes del próximo 20 de junio, cuando finaliza el actual periodo legislativo, es muy posible que “baraje de nuevo las cartas, se ensimisme más de lo que está y busque trabajar directamente con sus alfiles y con su gente más cercana durante los dos años que le quedan en el poder”.
Finalmente, Juan David Cárdenas, profesor experto en Comunicación Política de Facultad de Comunicación de la Universidad de La Sabana, interpreta que hay “un interés del Presidente de validar la ‘lealtad’ de su gabinete, especialmente cuando desde el discurso está generando una división entre quienes apoyan o no sus iniciativas”.
“A pesar de llamar al diálogo y a la concertación, es claro que (Gustavo Petro) quiere estar rodeado de sus más cercanos y confiables alfiles”, ahora que las iniciativas que quiere implementar “tambalean” en el Legislativo, sostiene el docente.
Y coincide en que ello llevaría a tener un gabinete cada vez más político y menos orientado a la representatividad de una coalición “que empieza a fragmentarse en el Congreso”.
Ahora bien, Cárdenas está de acuerdo en que de un momento a otro podrían producirse cambios entre los funcionarios de la Casa de Nariño.
“Hay ministros que han demostrado estar al lado del Presidente y ser fuertes impulsores de sus reformas, y otros que quizá, siendo afines con el Gobierno y sus iniciativas, no han mostrado tanto respaldo público y habilidad política para aprobar las reformas propuestas por el Ejecutivo en el Congreso”, puntualiza el analista.