Eliminar gradualmente la obligatoriedad del servicio militar, modificar el proceso de elección del Fiscal General de la Nación, renunciar definitivamente a la aspersión con glifosato y reactivar las relaciones con Venezuela son algunas de las recomendaciones que la Comisión de la Verdad entregó en su Informe Final.

“Si bien son temas polémicos, muchas de estas reformas o recomendaciones que plantea la Comisión de la Verdad no son nuevas. Desde hace un buen tiempo se están hablando por parte de observadores nacionales, por congresistas, la Defensoría del Pueblo. Y si se mira con detalle, hay mucho que ya está en los Acuerdos de Paz”, sostiene el sociólogo y docente de la Universidad del Rosario Carlos Charry.

Además de recomendar eliminar paulatinamente la obligación de prestar servicio militar, la Comisión de la Verdad también sugiere separar la Policía Nacional del Ministerio de Defensa, así como reformar o eliminar el Esmad.

“Separar a la Policía Nacional del Ministerio de Defensa implica grandes riesgos de politización. No sabemos si el nuevo Presidente va a crear otro ministerio, el de la seguridad ciudadana, o si va a sacar a la Policía del Mindefensa para enviarla a otro. “Lo cierto es que si la Policía sale del Mindefensa, es probable que empiece un problema de politización de esta fuerza”, opina el experto en seguridad John Marulanda.

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Para el consultor político Álvaro Benedetti es factible que la Policía termine siendo parte del Ministerio del Interior por sus características de seguridad y convivencia, que se acomodan mejor a esta cartera.

“El tema del Esmad ya está sobre la mesa. Desde hace varios años se ha puesto en consideración la importancia de tener una fuerza de despliegue y de contención más ajustada a los derechos humanos”, añade.

De otro lado, la Comisión invitó a los congresistas a modificar el proceso de elección del Fiscal General, sin especificar cuál sería la alternativa.
“Yo no veo tan claro cuál podría ser el diseño institucional allí, creo que hay un debate grande sobre si la Corte Suprema debe perder cierta potestad en esa decisión o si es el Presidente quien debe nominar. Lo que suscita una polémica es el cuestionamiento permanente sobre la independencia del Fiscal”, dice el consultor.

Ahora bien, la politóloga María Camila Arango Ramírez señala que la regulación de las drogas que propone la Comisión de la Verdad no es milagrosa por sí misma.

“El nuevo Gobierno debe apostarle a erradicar las condiciones estructurales de marginalidad y pobreza en las zonas rurales del país y debe hacer mayor presencia institucional, pero, además, debe eliminar la erradicación forzada por parte del Ejército Nacional y renunciar definitivamente a la aspersión con glifosato”, advierte Arango.

Asimismo, opina que Colombia debe trascender la política prohibicionista, pues “el Estado está en mora de tratar este tema como una situación de salud pública en vez de un dilema criminal. Un primer inicio debe ser, sin duda, la regulación del cannabis de uso recreativo para adultos”.

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Contrario piensa la senadora del Centro Democrático María Fernanda Cabal, quien aseguró que “el sacerdote (Francisco de Roux) es tan descarado que se toma el derecho a decirnos qué hay que hacer ahora con el narcotráfico, hay mucho más allá que la facultad que se le dio. Se gastó 400 mil millones de pesos”.

Con respecto a las relaciones entre Colombia y Venezuela , que la Comisión recomienda restablecer, Marulanda considera que la medida traería beneficios económicos para ambas naciones.

Pero apunta: “Ahora la frontera es una tierra de nadie, no es controlada por las Fuerzas Armadas Bolivarianas, por su alianza corrupta con las bandas criminales. En suma, hay dudas sobre la apertura de frontera y de que esa cercanía entre Petro y Nicolás Maduro se vuelva una patente de corso para que lleguen aquí militares cubanos o rusos, como en Venezuela, a entrenar a nuestras copas”.

Sobre cómo tomarán los colombianos las recomendaciones de la entidad, Benedetti sostiene: “Creo que estos temas no trascienden tanto en la opinión pública. Cuando la agenda legislativa los incorpore, especialmente los de seguridad: el tema Esmad y Policía, puede ser de mayor interés de otros sectores”.

Por esto, agrega Charry, es importante que dichas recomendaciones se vuelvan temas de discusión pública y que se examinen en el Congreso. “Que no sean solo temas de momento”.

El sentir de las víctimas del conflicto

“Qué emoción tan profunda compartir con ustedes, compañeros víctimas. Muchas veces hemos compartido su dolor, sus angustias, sus sentimientos de soledad, sus expectativas de que algún día sean escuchados y hoy decirles que todo lo que ha acontecido para nosotros en estos cuatro años, no es otra cosa que la resonancia en nuestros corazones de lo que ustedes significan para nosotros”.

Con estas palabras, ayer el sacerdote Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, se dirigió en la entrega de su legado a las víctimas del país, a quienes vivieron el conflicto armado colombiano de primera mano.

“En momentos muy difíciles vimos en ustedes el coraje de ponerse delante de los perpetradores y victimarios y, después de escuchar lo que ellos decían y la forma en la que pedían perdón, muchos de ustedes dijeron “estamos dispuestos, queremos una verdad, queremos reparación”, apuntó de Roux.

En el acto que se llevó a cabo en la capital colombiana, las víctimas también tomaron la palabra y agradecieron la labor de la entidad creada en el Acuerdo.

“En estos tres días nos hemos abrazado con aquellos que nosotros pensábamos que eran nuestros enemigos. Hoy estamos juntos porque hemos sido escuchados y hemos aprendido a escuchar. La Comisión de la Verdad nos ha enseñado esa magia de la escucha, nos dio espacios seguros, hemos hablado de nuestros sentimientos”, dijo Isabela Vernaza, víctima del conflicto armado.

También habló Jhon Fredy Orozo, víctima del oriente antioqueño: “Yo llegué con mucho odio, pero en el proceso de intercambio con los victimarios, hoy firmantes, fuimos abriéndole espacio a la sanación que me permitió ver al responsable con otra mirada. Entender que detrás de él hay un ser humano también...Estábamos recibiendo las consecuencias de unos poderes que son mucho más fuertes, nosotros éramos solo los actores”.

Los diferentes comisionados, las víctimas y los exiliados por el conflicto armado insistieron en la necesidad de escuchar y reconocer la verdad de todos los actores.