Haciendo alusiones divinas, atacando al uribismo y trazando similitudes entre su suspensión y la destitución que la Procuraduría le impuso a Gustavo Petro cuando era alcalde de Bogotá. Así fue el discurso con el que Daniel Quintero se defendió tras la decisión del Ministerio Público que lo aleja del cargo provisionalmente por su presunta participación en política.
Antes de las 6 de la tarde, Quintero salió al balcón de la Alcaldía de Medellín acompañado en primera fila por su esposa, Diana Osorio, y sus exsecretarios y amigos, Esteban Restrepo y Juan Pablo Ramírez, actualmente fichas claves en la campaña del Pacto Histórico en Antioquia.
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En su discurso en medio del aguacero, Quintero intentó exaltar los ánimos de los asistentes en la plazoleta con frases grandilocuentes. “Dios es el que quita y pone gobernantes y Dios está con nosotros, no con ellos que son la maldad”, dijo mientras sus acompañantes aplaudían y pedían vítores.
Quintero reiteró las presuntas faltas al debido proceso en las que, según él, incurrió la Procuraduría y orientó su discurso para establecer semejanzas entre su caso y el de Gustavo Petro, quien tras ser destituido por la Procuraduría en diciembre de 2013 salió al balcón del Palacio de Liévano y convocó en tono ferviente a las multitudes que lo apoyaban a salir a marchar para defender el voto popular, tal como lo pidió ahora Quintero.
También le dedicó varios minutos al uribismo al que acusó de robarle el futuro al país y de cobrar la vida de miles de jóvenes por cuenta de los falsos positivos.
“En Medellín durante décadas negaron el futuro a millones de personas. Hemos tratado de cambiar eso. Y eso les duele, y más que hayamos desenmascarado a los ladrones de esta ciudad”, expresó.
Finalmente, se refirió a la designación de Juan Camilo Restrepo como alcalde encargado por parte del presidente Iván Duque. “Nombraron un alcalde del GEA, uno de los consentidos del GEA, eso es lo que querían, recuperar el poder a toda costa”.
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Quintero concluyó su discurso abrazándose con Albert Corredor, concejal del Centro Democrático que este martes, también en La Alpujarra, y con una cinta de enmascarar pegada en la boca, le pidió a Álvaro Uribe que se vaya del partido.
Quintero se despidió de los presentes lanzando una proclama: “no nos querían en la alcaldía, pues nos tendrán en las calles. Lo juro”.