A partir de las 3 de la tarde de este martes 5 de septiembre fue citada la plenaria de la Cámara de Representantes por parte del presidente de esta corporación, Andrés Calle. ¿La intención? Continuar con el estudio de la reforma a la salud presentada por el gobierno del presidente Gustavo Petro.
Sin embargo, según comentó el presidente de la Cámara durante la primera legislatura, David Racero, “seguramente este martes vamos a ir a una discusión dura en la plenaria”, esto debido a que la mayoría de los representantes creen que el estudio del documento debe detenerse.
No porque le hayan bajado el dedo desde ya a una reforma al sistema de salud en el país, sino porque la propuesta del Gobierno, así como está planteada, simplemente no pasará en el Congreso.
Por ello, casi la totalidad de los partidos políticos pretenden que se avance en la subcomisión que se aprobó la semana pasada, la cual tendría que estructurarse con los integrantes de las diferentes colectividades, atender a las recomendaciones hechas por la plenaria y otros sectores y, con todo esto, redactar un nuevo articulado de la reforma que sea el que prospere en Cámara y Senado.
Evidentemente, el Gobierno sabe que perdió con la aprobación de la subcomisión, esto porque podría ya no tener que defender la reforma como se estructuró inicialmente, sino una hecha por la Cámara de Representantes, es decir, una reforma que podría tener cambios radicales en aspectos sustanciales.
Conscientes de esto, los congresistas afines al Gobierno y los colombianos usuarios en redes sociales seguidores del presidente Petro se han mostrado bastante en desacuerdo. Tanto así que se ha emprendido un feroz ataque en las plataformas digitales contra las congresistas Carolina Arbeláez, de Cambio Radical, Katherine Miranda, de la Alianza Verde y Julia Miranda, del Nuevo Liberalismo, por haber sido algunas de las promotoras de la creación de la subcomisión.
Esta última, Julia Miranda, incluso tuvo que ser internada en una clínica de Bogotá durante este lunes 4 de septiembre luego de no aguantar la presión y los señalamientos llegados a ella por su papel en la aprobación de la subcomisión.
Katherine Miranda, un poco más acostumbrada a ese ambiente hostil, trinó en su cuenta de X, antes conocida como Twitter, que “por el matoneo y las mentiras de las bodegas petristas, algunos congresistas del Pacto Histórico y medios de comunicación, mi compañera Julia Miranda tuvo que ser hospitalizada. ¡Revísense! Respeten y debatan con argumentos”.
Lo cierto es que, como dijo Racero, la situación es compleja y dura. Por un lado, se sabe que el articulado actual, aunque pasase en Cámara, no lo hará en Senado, por lo que el transcurso de estos días en los que no se llega a un acuerdo ni siquiera para arrancar en forma con el estudio o la reestructuración del documento puede llevar a un desgaste del Legislativo que solo afecta a los intereses de la reforma.
El grueso de los congresistas sigue esperando la concertación exclusiva con los voceros de todos los partidos y el llamado ‘acuerdo nacional’ que el presidente viene promoviendo desde que inició la segunda legislatura, esto con la intención de consensuar un nuevo texto que cuente con el visto bueno de Gustavo Petro y la aceptación del Congreso.
El Gobierno, por su parte, no vería la subcomisión con buenos ojos, por lo que será nada más y nada menos que Luis Fernando Velasco, el mininterior, quien deberá navegar en aguas turbias en el Parlamento para tratar de atajar el avance en la concertación de un nuevo texto, mientras intenta convencer uno a uno a los representantes a la Cámara de que el proyecto de reforma presentado por el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, es adecuado.