Luego del encuentro entre el presidente Gustavo Petro y el excomandante paramilitar Salvatore Mancuso quienes intercambiaron sombreros vueltiao en un evento de entrega de tierras en Montería (Córdoba), el expresidente Álvaro Uribe se pronunció en las primeras horas de este viernes con una fuerte critica hacia el primer mandatario.
“La autoridad y las convicciones no pueden ceder ni ante la seducción ni ante la amenaza. La paz no es un juego ni un teatro de compadres”, fueron las primeras palabras de Uribe en una publicación de su cuenta de X (antiguo Twitter).
A renglón seguido, como lo ha asegurado desde hace casi una década, criticó los acuerdos de paz del 2016 asegurando que no sirvió para cesar la violencia y lanzó flores hacia la Ley de Justicia y Paz que su gobierno creó. “Colombia ha tenido procesos de claudicación ante el terrorismo como el firmado con las Farc. Para nada sirvió. Nuestra Ley de Justicia y Paz desmovilizó 35 mil paramilitares y 18 mil guerrilleros”.
A raíz de dicha publicación, el presidente Petro decidió no quedarse atrás porque a partir de ese momento dio inicio a un rififarre entre ambos. Allí, el jefe de Estado que no se trataba de un “teatro de compadres”, como manera de defender el acto del intercambio de sombreros con Mancuso.
“Donde se encuentran víctimas y victimarios para la reparación y el perdón no es teatro de compadres, ex presidente Uribe. Teatro de compadres es cuando se encuentran solo los victimarios y a escondidas”, aclaró Petro.
Dos horas después, el máximo líder del Centro Democrático le lanzó otras fuertes pullas con el fin de hacerle ver al actual mandatario que no tenía coherencia en las palabras que pronunció, ya que hizo referencia a las supuestas visitas que hicieron allegados como su hermano Juan Fernando Petro, quien se habría reunido en La Picota con políticos condenados por parapolítica.
“Presidente Petro: Ponga cuidado a sus palabras porque cuando Ud se encontraba a escondidas con paramilitares, o en tiempo reciente, sus enviados con otros criminales, puede interpretarse como encuentros de victimarios”, respondió Uribe.
Asimismo, el también exsenador y exgobernador de Antioquia recordó su política de la seguridad democrática asegurando de que supuestamente le permitió al presidente Petro no tener este tipo de reuniones a escondidas.
“Agradezca que la seguridad de los gobiernos que presidí le evitaron en aquella época seguir en esos encuentros clandestinos”, enfatizó el exmandatario que está enfrentando un juicio ante la Fiscalía por presunta manipulación de testigos.
Aunque no ha vuelto a haber una respuesta por parte del actual mandatario, este acto simbólico con el antiguo comandante paramilitar ha generado controversia en muchos sectores porque consideran que es una alusión hacia la criminalidad. Mientras que gente cercana al gobierno lo consideran un acto de perdón y reconciliación.