En lo que denominó el primer borrador sobre la reforma a la salud “Sistema de salud: ajustes sin desbarajustes”, el expresidente de la República, Álvaro Uribe, presentó 17 puntos que cuestiona al respecto.
Estos puntos fueron dados a conocer por Uribe en la noche del viernes al presidente Gustavo Petro, en una reunión que sostuvieron para hablar de varios temas. Además el jefe de la oposición socializó el documento ante la banca de su partido Centro Democrático, en una reunión en Boyacá, en donde evalúan la agenda legislativa.
En primer lugar Uribe, considera que el Sistema de Salud ha logrado dar más y mejor atención a los ciudadanos que antes pagaban de su bolsillo el 55% de los costos y ahora el 16%.
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Considera además que el Sistema es solidario, “el Estado y los empleadores pagan la mayor parte, el trabajador la cotización mínima y los compatriotas informales casi no pagan. Sin importar el nivel económico todos tienen derecho a los mismos servicios”.
Como un tercer aspecto, Uribe dice que el Sistema es mixto, hay entidades estatales, privadas, mixtas y sin ánimo de lucro. Como cuarto dice que hay “entidades de excelencia, ha habido corrupción y politiquería en hospitales, en EPSs privadas, estatales y cooperativas. Muchas han desaparecido”.
Recuerda, en otro puntos que desde el Gobierno anterior se emprendió una lucha eficaz contra la corrupción. Para Uribe la “propuesta anunciada llevaría a que las personas para acceder a la salud tendrían que acudir a fondos regionales, organismos de monopolios burocráticos estatales”.
Considera que “lo anterior puede llevar a unos costos impagables por la explosión burocrática. Sin EPSs se debilitaría la racionalidad para utilizar el servicio. Además, en un monopolio estatal aumentaría el peligro de crecientes influencias politiqueras para obtener citas, acceso a especialistas, a procedimientos y cirugías”.
Sostiene además que “en monopolios estatales se aumenta el riesgo de corrupción con sobre facturación y toda clase de costos excesivos. El nuevo sistema sería insostenible. Al cabo de un tiempo, por agotamiento de recursos, obligaría a las personas a pagar más de su bolsillo o a quedarse sin servicio”.
Para Uribe “no se ve lógica ni se anticipa eficiencia en el manejo que harían esos fondos regionales estatales sobre incapacidades, remisiones”. En su punto once, plantea que “los sistemas estatales en el mundo también tienen demoras y mayores que en Colombia. No obstante, en nuestro medio, la tutela, la posibilidad de que sea norma general o precedente para que no se tenga que repetir, la depuración y el mejoramiento del Sistema, van mostrando menos demoras que en otras partes del mundo”.
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El jefe de la oposición considera además que “las buenas EPSs, que van quedando, cobran máximo 3,5% por toda su actividad. El monopolio estatal propuesto costaría mucho más. La EPSs deberían estar condicionadas a una certificación de excelencia”.
En sus últimos puntos el expresidente dice que hay informes que registran que el Sistema presta aproximadamente 40 millones de servicios al mes; “compartimos que se necesitan ajustes para mejorar la medicina preventiva y las condiciones de los compatriotas que laboran en la salud”, recuerda que hay ensayos que acreditan la eficiencia en medicina preventiva de alianzas estratégicas entre municipios, departamentos, EPS, hospitales, fundaciones, cajas de compensación.
Finalmente en su borrador estima que “Para mejorar las condiciones de los trabajadores no se debería eliminar el contrato sindical sino ajustarlo. Esta forma de contratación, tanto en el sector privado como en el público, supera tensiones entre capital y trabajo, entre empleadores y funcionarios, permite que quienes trabajan sean los beneficiarios de la tercerización, en definitiva es un instrumento solidario para profundizar y no eliminar. Aquello que no debería permitirse es el abuso que puede producirse cuando la organización sindical apela a terceros trabajadores para cumplir con sus obligaciones de un contrato sindical. Tampoco es conveniente que la homologación de las competencias de los profesionales de la salud la desplacen de la sociedades científicas a monopolios estatales”.