El expresidente Álvaro Uribe, una de las figuras políticas más influyentes en Colombia, ha vuelto a poner sobre la mesa un tema que ha sido motivo de controversia en el país durante varios años: la venta de Isagen, la generadora de energía más grande del país.
La venta de Isagen
La venta de Isagen ha sido un tema recurrente en la política colombiana desde que se concretó en el año 2016 durante la presidencia de Juan Manuel Santos. En ese entonces, la decisión de vender la empresa generó un amplio debate en el Congreso y en la sociedad colombiana en general.
El expresidente Uribe, quien ha sido crítico de esta venta desde sus inicios, reiteró su desacuerdo con la medida. En un mensaje reciente en sus redes sociales, argumentó que él se opuso a la venta de Isagen cuando era presidente y señaló que los “compradores han tenido una Tasa de Retorno del 20%, aproximado, en dólares”. Estas afirmaciones resaltan una vez más su punto de vista sobre el supuesto beneficio de los compradores a costa de los intereses de Colombia.
El llamado a los entes de control
En su mensaje, Álvaro Uribe hizo un llamado a los entes de control y a la opinión pública para que no olviden el caso de Isagen. Este llamado refleja la preocupación del expresidente sobre la transparencia y las consecuencias de la venta de una empresa estatal tan importante para la producción de energía en Colombia.
Es importante recordar que en agosto de 2013, el entonces expresidente Uribe interpuso una acción popular ante el Tribunal Superior de Cundinamarca con el objetivo de detener la venta de Isagen. Sin embargo, la empresa finalmente se vendió en febrero de 2016 a un grupo de inversionistas canadienses por una suma cercana a los 2.000 millones de dólares. Desde entonces, la controversia sobre si esta venta fue beneficiosa o perjudicial para Colombia ha sido motivo de discusión constante.
Las implicaciones de la venta de Isagen
Control de la energía: Isagen era la generadora de energía más grande del país y su venta significó la pérdida de control estatal sobre una parte fundamental del sector energético.
Inversión extranjera: La venta de la empresa a inversionistas canadienses atrajo la atención sobre la inversión extranjera en Colombia y sus beneficios potenciales para la economía.
Generación de recursos: La suma obtenida por la venta de Isagen se destinó en parte a financiar proyectos de infraestructura en Colombia, lo que generó expectativas de desarrollo.
Precios de la energía: La venta de Isagen también planteó preguntas sobre si esto tendría un impacto en los precios de la energía para los consumidores colombianos.
La “mermelada”
La referencia del expresidente Uribe a “tanto dinero que botaron en mermelada” refleja su creencia de que la venta de Isagen no fue una decisión acertada y que los recursos que podría haber generado la empresa para el país se perdieron. La “mermelada” se ha convertido en un término común en la política colombiana para referirse a la distribución discrecional de recursos públicos con fines políticos.
También en El País
Alianza entre ISAGEN y Atlas Renewable permitirá el desarrollo de mil megavatios de energías renovables
Las compañías informaron que esta nueva alternativa para el desarrollo de proyectos de forma conjunta representa para ISAGEN un hito de gran relevancia en su proceso de crecimiento y en su compromiso con el País, en un contexto de aumento de la demanda que exige la entrada de nuevos proyectos de generación de energía renovable.
Según Atlas Renewable Energy, el objetivo será desarrollar durante los próximos años y conjuntamente una plataforma de 1,000 MW con fuentes renovables, mediante una alianza estratégica que permitirá a Atlas Renewable Energy materializar su plan de expansión en Colombia y, a ISAGEN, consolidar su liderazgo en la transición energética. ISAGEN posee una capacidad instalada de más de 3,000 MW de energía 100% renovable.
De esta forma, ISAGEN contribuirá con la solidez y casi tres décadas de experiencia en comercialización y generación de energía renovable en Colombia.