Por estos días de reflexión a causa de la Semana Santa, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt nuevamente arremetió contra el presidente Gustavo Petro. Esta vez en una entrevista con la revista SEMANA hizo referencia a las reflexiones y los pecados del primer mandatario.
En primer lugar, Betancourt afirmó que Petro durante esta semana mayor está atravesando su propio calvario, ya que él ha decidido privilegiar el odio sobre el amor y la guerra sobre la paz. Asimismo, señala que en la actualidad tiene un diagnóstico del país contrario al que tenía durante la campaña presidencial, que era reconciliar a Colombia, acabar con la polarización y solucionar los problemas de los más desfavorecidos.
“Cuando él decide privilegiar el odio entra en una lógica de confrontación de clases, privilegia a todas las fuerzas oscuras que lo ayudaron a llegar al poder: el narcotráfico, la subversión, políticos que le son adeptos porque están haciendo lo que tanto criticaron en otros gobiernos pasados. Ese es el calvario, entrar en contradicción fundamental con lo que él sabe que hubiera podido ser”, asegura Betancourt al medio mencionado.
Y como ejemplo de lo anterior, señala que algunos de los resultados del odio por el que presuntamente Petro ha optado ha sido “la desaceleración económica y la imposibilidad de actuar en reformas que le aporten soluciones de vida con los colombianos”.
Los pecados de Petro
Sobre los supuestos pecados que tendría el jefe de Estado, Betancourt considera que el principal es la vanidad, ya que según ella, cuando una persona cree que es el mesías se necesita humildad para poder servir a los demás. “Yo creo que Petro piensa que es una reencarnación de Simón Bolívar o algo así. Es decir, como que él tiene un mandato que le permite pensar que es el salvador de Colombia”.
Explica que pone la vanidad porque el pecado de Lucifer (diablo), por el cual él sale del cielo y cae, es por un problema de vanidad, que es que una persona piense que es igual a Dios y asegura que esto es ha llevado a que se generen todas las guerras, los genocidios y la destrucción.
“Esa vanidad ha aislado a Petro, hace que él no tienda la mano, no quiera unir, le aburre tratar de entender a la otra parte, se encierra, vive en una torre de marfil. Eso va a llevarlo a su perdición. De ese pecado se desprenden los demás: la corrupción, la violencia, la insensibilidad frente al dolor ajeno, la mentira”, añade la excandidata presidencial.
Asimismo, cree que Petro es un Judas y no Jesús, ya que en sus palabras “él va a terminar ‘colgado’ cuando se de cuenta de la oportunidad perdida, se va a cuestionar muy duramente”. En esto último, Betancourt complementa diciendo que el primer mandatario llegó al poder con una popularidad importante y que traicionó a su electorado que quiso darle una oportunidad de cambiar muchas cosas.
En cuanto a la penitencia que Ingrid Betancourt le pondría al presidente Petro, señala que lo mandaría a unos retiros espirituales en donde él no actuara como el jefe de Estado colombiano y en donde nadie pudiera saber que es Gustavo Petro para que pueda escuchar todo lo bueno, regular y malo que se dice de él por fuera.
“Creo que oír las críticas puede ser una penitencia con los vanidosos, pero cuando se logra domar el ego las críticas se vuelven una gran bendición porque son guías para actuar en la vida”, indica al respecto la presidenta del partido Oxígeno Verde.
En ese sentido, en dicho retiro espiritual, Betancourt sentaría a Petro junto al escritor William Ospina, el académico Rodrigo Uprimny, el padre Darío Echeverry y Diana Sofía Giraldo.
La cruz a cuestas
Por otro lado, Betancourt sí cree que el presidente tiene una cruz a cuestas y que esa se debe a sus malas decisiones y lo mal rodeado que ha estado, por lo que actualmente su gabinete está compuesto por personas militantes a su causa y no por quienes lo puedan contradecir como en su momento lo fueron los exministros Alejandro Gaviria, Cecilia López o José Antonio Ocampo.
Finalmente, la política de 62 años piensa que Gustavo Petro instrumentaliza a Dios como muchos lo han hecho, ya que para ella no está bien que cualquier persona ponga a Dios en beneficio de sus intereses y pretender que los favorece por encima de los demás, pese a todo el mal que puedan hacer.
“Pablo Escobar instrumentalizaba a Dios, hay muchos sicarios que instrumentalizan a la virgen, hay mucha gente que hace daño y que piensa que diciendo que creen en Dios están protegidos. Dios es Dios, no es un becerro de oro”, concluyó la también excongresista en su diálogo con SEMANA.