Por: Por Argemiro Piñeros Moreno / Enviado especial Colprensa
Ni el minuto de silencio por el fallecido líder Horacio Serpa Uribe, pudo vencer los agitados ánimos con los cuales sesionó en su primer día la IX Convención Nacional del Partido Liberal, la cual está en Cartagena, y la misma en la que se volvió a reelegir a César Gaviria Trujillo como su máximo jefe.
Y es que los ánimos estuvieron muy agitados, al punto que hasta más de 20 policías tuvieron que llegar a vigilar la reunión liberal ante lo caliente que llegaron a estar los ánimos, porque incluso en algún momento un par de convencionista intentaron cruzarse golpes.
Pero hubo muchas razones para que esta cita liberal, que no pasaba desde hace cuatro años, fuera el centro de atención política, lo principal es que era un mano a mano por quién se quedaba con el liberalismo, si el expresidente César Gaviria o se lograba montar el exministro del Interior, Luis Fernando Velasco, quien con su aspiración para ser jefe único del liberalismo le abría paso a que el petrismo se tomara el partido.
Sobre las cuatro de la tarde llegó César Gaviria al Centro de Convenciones, en donde horas antes habían estado centenares de delegados, la mayoría de ellos que le apoyaban y otros, que a la postre fueron menos 150 los que gritaban, chiflaban que se fuera del partido.
Una salva de gritos de “fuera Gaviria, fuera Gaviria”, recibieron al septagenario jefe liberal, mientras que sus seguidores tapaban esos gritos con un coro que decía “Gaviria, Gaviria, Gaviria”. Y mientras arrancaba la convención, algunos de los que chiflaban pedían “colegiada, colegiada”, es decir, que no hubiera un jefe único sino un grupo de directores variados al frente del partido, incluyendo al propio Gaviria.
La primer gran chiflada al expresidente se dio cuando él instaló la sesión y se puso en votación el orden del día de la convención. A grito herido, desde la segunda fila del gran salón el senador Alejandro Chacón decía que el orden del día fue cambiado, lo cual llevó a que muchos convencionistas, en especial sus delegados que trajo desde Cúcuta que gritaron “fraude, fraude, fraude”.
Poco a poco el escenario, en donde estaba Gaviria acompañado del resto de las directivas de la convención, empezaron a ver como se iba llenando de varios convencionistas, amigos y contradictores que subían a gritar apoyos a Gaviria o simplemente a encararle que se fuera del partido. Entre tanto en un sector de adelante de las sillas el exministro Luis Fernando Velasco también abucheaba a Gaviria y hacía fuerza para que su nombre fuera acogido como el nuevo jefe liberal.
Pero los ánimos no paraban, ni el informe financiero, mucho menos el del revisor fiscal ni el balance del comité ético, se pudo entregar debido a la fuerte controversia que había en el salón. Y como en un partido de tenis en donde pelota va y pelota viene, los seguidores de Gaviria, en especial los senadores y representantes que le apoyaban. La respuesta no demoró, quienes antes gritaban desde la parte de arriba del salón se bajaron y se ubicaron frente al escenario principal para increpar al jefe liberal, incluso, según el secretario del partido empezaron a lanzar algunos objetos por lo que tuvo que llamar a la Policía para que les protegieran pero en especial al expresidente de la República.
Pero fue el momento de la elección del director único cuando más se puso turbulento el ambiente. Aunque se tenía previsto que hablaran los seis candidatos, incluyendo a Gaviria, no pudieron hablar, eso porque no frenaban las acusaciones de lado y lado.
Tras cinco minutos cuando se abrió la votación pasó lo que ya se sabía, el ganador indiscutible fue el expresidente César Gaviria, con 582 votos, mientras que su principal competidor, Luis Fernando Velasco, tan sólo llegó a 17 votos. El otro que sumó algunos votos fue el senador Chacón a quien la acompañaron poco más de 100 convencionistas para que fuera el director único del partido.
Con los resultados revelados no paraban los gritos, la acusación de fraude no paraba, mientras que el eco del apellido del expresidente se imponía incluso a los pitos y hasta los megáfonos que tenían los seguidores del senador Chacón.
Precisamente el senador Chacón a la postre dijo que iba a demandar la convención porque en su criterio no hubo garantías, ni para votar, un mucho menos para que pudiera hablar. Unos minutos antes, ya derrotados, salió del salón Luis Fernando Velasco, de la mano de la abogada Gloria Gaitán, la hija del caudillo Jorge Eliécer Gaitán, a quien la callaron cuando intentó hablar en la convención y que sólo sacó un voto, el suyo, para ser jefe única del partido.
Ya con la decisión central de la convención tomada, la misma perdió atención, los ánimos se frenaron, ya había gritos de fraude o de fuera Gaviria y empezaron a irse del Centro de Convenciones. Dentro del salón quedaron los gaviristas esperando que su jefe hablara en un discurso que se esperaba fuera muy agitado y contundente contra el presidente Gustavo Petro. Pero ya no era necesario, Gaviria no habló, su rotundo triunfo fue suficiente.