En medio del encuentro que sostiene el presidente Gustavo Petro con el expresidente de Uruguay, ‘Pepe’ Mujica, condecoró al exmandatario ‘charrúa’ con la Cruz de Boyacá, tal como se había conocido hace varios días.

El acto sucedió en la mañana de este jueves, 5 de diciembre, en la residencia de Mujica en La Chacra, ubicada en Montevideo.

A lo largo de la conmemoración, el jefe de Estado colombiano exaltó la labor del expresidente Mujica en luchar contra las brechas sociales tanto en territorio uruguayo como en los demás países de la región.

“Confiere la orden de Boyacá en el grado de gran Cruz extraordinaria al señor expresidente de la república oriental de Uruguay José pepe Mujica quien ha sido un destacado defensor de la paz y un firme promotor del diálogo como única vía para resolver conflictos, lo que resuena profundamente con los esfuerzos de Colombia por alcanzar una paz duradera. Su compromiso con la reconciliación se ha manifestado en múltiples pronunciamientos sobre la importancia de alcanzar acuerdos que garanticen la justicia social y la equidad, enfatizando que la violencia no es la solución a las diferencias políticas”, dice el decreto que se leyó durante el evento.

“Gracias, hermano”, fue lo que expresó Pepe Mujica una vez recibió la condecoración por parte de Gustavo Petro. | Foto: El País

“Gracias, hermano”, fue lo que expresó Pepe Mujica una vez recibió la condecoración por parte de Gustavo Petro.

Sin embargo, algo que llamó la atención para muchos y que probablemente generará polémica en el país es que el presidente Petro le regaló una bandera de la extinta guerrilla del M-19, teniendo en cuenta que esta misma semana el mandatario colombiano señaló que Mujica era uno de los fundadores de este grupo. Lo que sí es cierto es que ambos comparten una misma juventud, ya que fueron miembros de grupos guerrilleros en sus respectivos países.

Pepe Mujica recibió bandera de la extinta guerrilla del M-19 por parte de Gustavo Petro. | Foto: Foto: Semana

Al encuentro se preveía que asistiera también el presidente de Brasil, Lula da Silva, y que se diera un almuerzo entre los mandatarios, pero el cruce de horarios y el estado de salud de Mujica obligaron a hacer un encuentro más sencillo. ”Vamos a terminar porque no aguanto mucho parado”, decía Mujica, quien a los 89 años se sostenía con un bastón y la ayuda de su esposa, Lucía Topolansky.

Posteriormente, Petro y Mujica se dirigieron al interior de la residencia para sostener un encuentro privado. Según información que entregó Francisco Coy, embajador colombiano en ese país, allí se dialogaron temas sobre paz y la izquierda que actualmente hay en el continente.