Actualmente los 30 años se han convertido en una barrera que divide la juventud de la vejez, pero en el ámbito científico, esta diferencia se determina con otra característica.
Una investigación revela que la vejez se determina con los niveles de proteínas de las células.
Según un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, las proteínas de las células indican la edad de cada persona.
Pero para que una persona sea considerada vieja, debe presentar varios cambios en el cuerpo como la edad, la perdida de elasticidad, masa muscular, aparición de arrugas y reducción de la movilidad, entre otros, los cuales aunque muchos no lo crean, empiezan a presentarse a partir de los 34 años.
Es así como poco a poco se avanza en años, el cuerpo sufre un desgaste de los tejidos y funciones.
En la investigación realizada por la Universidad de Stanford, se utilizó el plasma de 4263 donantes. Allí se mostraron los cambios asociados a la edad, por lo que las personas fueron divididas en tres grupos: de los 34 a los 60 años, de los 60 a los 78 años y de los 78 años en adelante.
El primer grupo llamado edad adulta, de 34 a 60 años, los niveles de proteínas eran constantes.