Desde hace muchos años, las infusiones han tenido gran popularidad debido a los beneficios que aportan al organismo. De hecho, una de las más conocidas es la del té verde, pues contiene múltiples propiedades que contribuyen a una buena salud.

Sin embargo, hay una infusión que tiene más beneficios que el té verde, se trata del té blanco, un poderoso aliado contra el envejecimiento, controla diversas enfermedades, previene el sarro dental y promueve la salud oral.

Este contiene una alta concentración de polifenoles y catequinas, compuestos antioxidantes que combaten los radicales libres en el cuerpo. Estos antioxidantes son cruciales para prevenir el daño celular, reducir el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares, y retardar el proceso de envejecimiento.

El té blanco es la infusión con mayor cantidad de antioxidantes. | Foto: Jowita Stachowiak/Getty Images

Asimismo, ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, protegiendo el cuerpo contra infecciones y enfermedades.

Al respecto de la salud dental, sus compuestos antimicrobianos ayudan a prevenir la formación de sarro y caries. Además, su alto contenido de fluoruro refuerza el esmalte dental, haciendo que los dientes sean más resistentes a las caries.

¿Cómo prepararlo?

Preparar el té blanco es muy sencillo, solo se debe contar con los siguientes ingredientes: 1 cucharada de té blanco por taza y 250 ml de agua.

Antes de iniciar, es importante tener en cuenta que este té es delicado y debe ser preparado con agua caliente, pero no hirviendo. Por ello, la temperatura ideal es entre 75-85 °C. Hervir el agua y dejarla enfriar durante un minuto puede alcanzar esta temperatura.

Al té blanco se le puede agregar un poco de miel en caso de querer darle un toque dulce. | Foto: Getty Images

Se debe colocar el té blanco en una taza, y después verter el agua caliente sobre este.

La infusión se debe dejar reposar durante 3-5 minutos. No más tiempo, ya que puede volverse amargo.

El último paso es colar las hojas del té y servir la infusión, nuevamente, en una taza. Este se puede disfrutar solo o con un poco de miel en caso de querer darle un toque dulce.