Muchos países del mundo tienen sus propios alimentos fermentados básicos, arraigados en la cultura y la dieta.
Según especialistas, esto no es una coincidencia, por lo que parece lógico que los alimentos fermentados ofrezcan algo más que un método de conservación.
Investigadores irlandeses de APC Microbiome, University College Cork y Autoridad de Desarrollo Agrícola y Alimentario de Irlanda (Teagasc, por sus siglas en inglés), afirmaron que estos alimentos son una fuente de triptófano, un aminoácido clave para la producción de serotonina, un mensajero cerebral que influye en varios aspectos de la función cerebral, incluido el estado de ánimo.
Además, los alimentos pueden contener otros mensajeros cerebrales (conocidos como neurotransmisores) en su forma cruda y sin cocción.
Según especialistas, la dieta puede influir en la salud mental, tal como lo revelan investigaciones anteriores que han demostrado que algunos productos son especialmente adecuados para influir positivamente en el cerebro.
La investigadora Ramya Balasubramanian y el equipo de la APC compararon los datos de secuenciación de más de 200 alimentos de todo el mundo, en busca de diversos metabolitos conocidos por ser beneficiosos para la salud cerebral.
Estudio está aún en sus fases iniciales, pero los investigadores están sorprendidos ya por los resultados preliminares.
“Esperaba que solo aparecieran unos pocos alimentos fermentados, sin embargo, de 200 casi todos mostraron la capacidad de ejercer algún tipo de potencial para mejorar la salud intestinal y cerebral”, explicó Ramya.
Por ello, “es necesario seguir investigando para saber qué grupos de alimentos fermentados tienen mayores efectos en el cerebro humano, pero los resultados muestran un vencedor inesperado”, anotaron los autores.
¿Qué pasa con el azúcar?
“Los productos fermentados a base de azúcar y los productos de esta misma índole a base de verduras son como ganar la lotería en lo que respecta a la salud intestinal y cerebral”, aseguró Ramya.
Para la experta, por mucho que se demonice a los productos a base de azúcar, el fermentado toma el sustrato de este alimento en bruto y lo convierte en una plétora de metabolitos que pueden tener un efecto beneficioso para el huésped.
Según algunos especialistas, el cerebro necesita del 20 % de la glucosa ingerida para seguir funcionando, mientras que el resto se reparte por el organismo.
Ahora bien, todo el organismo se beneficia de un consumo moderado de azúcar. Algunos puntos positivos son:
- El consumo moderado de azúcar durante la infancia es importante para el desarrollo de los tejidos.
- En la etapa de crecimiento juega un papel esencial para el desarrollo tanto físico como mental.
- Consumir azúcar es vital porque repone los depósitos de glucógeno, lo que es adecuado para el hígado.
- Su carencia lleva a un estado de ansiedad, tal y como se comprueba con las dietas más estrictas.
- Permite conciliar el sueño de una manera mucho más relajada gracias a sus propiedades. De hecho, algunos médicos recomiendan una dosis antes de dormir para evitar el insomnio.
- Es uno de los ingredientes que más energía aporta al cuerpo, y el cerebro se beneficia de ello para trabajar con mayor concentración.
- Es esencial para nutrir al sistema nervioso y evitar las alteraciones o crisis de tipo de nervioso.
- Permite la asimilación de componentes básicos de la dieta y hace que la actuación de las proteínas sea más efectiva.
- Es adecuado para que la sangre, el hígado y las neuronas sigan funcionando de manera correcta.
Datos de interés
Los investigadores tienen previsto someter los alimentos fermentados mejor clasificados a pruebas rigurosas con un colon artificial y varios modelos animales para ver cómo afectan estos metabolitos al cerebro.
Asimismo, esperan que el público pueda utilizar estos resultados preliminares y considerar la inclusión de alimentos fermentados en su dieta como forma natural de apoyar su salud mental y bienestar. Así lo confirmaron los autores del estudio llevado a cabo.
*Con información de AFP.