La mala circulación en las piernas es un problema que puede afectar a muchas personas. Uno de los factores que se deben tener en cuenta para reducir el riesgo de padecer esta afectación es mantener una alimentación balanceada.
Siempre se ha pensado que los problemas de mala circulación están estrechamente ligados a la edad, es decir, que solo afecta a los adultos mayores, pero lo cierto es que esta problemática no se limita solo a los ancianos y puede afectar incluso a personas jóvenes.
De acuerdo con especialistas en el tema, estas son algunas de las causas más comunes de la mala circulación sanguínea de las piernas:
Indiscutiblemente la edad es un factor determinante por cuanto las personas mayores tienden a sufrir de mala circulación en las piernas debido al sedentarismo, engrosamiento de la aorta y también la disminución de la sensibilidad de los barorreceptores.
Asimismo, enfermedades como la aterosclerosis, causada por el endurecimiento de las arterias, una de las principales causas de una pésima circulación sanguínea.
De ahí que sea muy importante tratarse a tiempo, porque de lo contrario, puede causar enfermedad arterial periférica (EAP).
Otra muy conocida es la trombosis venosa profunda, también conocida como TVP, que consiste en un coágulo sanguíneo que se forma en una vena profunda del cuerpo, normalmente en la pierna o el muslo.
Hay que tener mucha precaución porque si el coágulo se desprende, puede causar una obstrucción potencialmente mortal en el pulmón denominada embolia pulmonar o EP.
Se suma a las anteriores la diabetes que con el tiempo puede generar numerosas complicaciones de salud, como mala circulación sanguínea, enfermedad renal, neuropatía diabética, enfermedad de las encías, enfermedad cardíaca y hasta accidente cerebrovascular.
Sin embargo, existen maneras naturales que pueden ayudar a combatir la mala circulación en las piernas, como, por ejemplo:
Alimentos ricos en vitamina C
Esta vitamina es conocida por sus propiedades antioxidantes y su papel en la producción de colágeno, una proteína que ayuda a mantener la estructura y elasticidad de la piel.
Además, sus propiedades antioxidantes protegen al cuerpo del daño causado por los radicales libres, que pueden acelerar el envejecimiento cutáneo. Las frutas cítricas, como las naranjas, limones, mandarinas y los kiwis, así como las verduras de hojas verdes, son excelentes fuentes de esta vitamina.
El jengibre
Es un analgésico natural que además ayuda con la inflamación dentro del cuerpo puede ser generada cuando un paciente tiene condiciones precarias de alimentación y le da prioridad al consumo de alimentos y productos ultraprocesados, cargados de grasa y azúcares. Cabe mencionar que la inflamación dentro del cuerpo también puede ser generada por algún virus o bacteria que quiere atacar al organismo.
El ajo crudo
El ajo es un alimento rico en minerales (selenio, potasio, fósforo, magnesio, zinc y yodo) y vitaminas (entre las que destacan las del grupo B, como la B1, B3, B6 y pequeñas cantidades C y E).
Este alimento no solamente es rico en sabor, sino que tiene propiedades terapéuticas y medicinales, dado que tiene componentes antibacterianos, antisépticos, depurativos y antioxidantes. Además, de que está demostrado científicamente que ayuda a reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en la sangre.
Dicho ingrediente ayuda a disminuir la presión arterial gracias a sus propiedades antioxidantes y protectoras de los vasos sanguíneos. Además, el ajo estimula la producción de óxido nítrico que ayuda a la circulación en la sangre y disminuye la presión en el corazón.
Expertos recomiendan incorporar el ajo en la dieta diaria, ya que ayuda a la circulación sanguínea en todo el cuerpo, incluyendo las piernas. Por ende, al consumir este alimento se puede sentir que las extremidades inferiores están más descansadas.