Sin duda, el envejecimiento es inevitable en todos los seres humanos. Algunos de los factores que lo favorecen son el paso del tiempo, la contaminación, la mala alimentación, la exposición a la radiación solar, entre otros.
De hecho, de acuerdo con el portal especializado del laboratorio biofarmacéutico, Probelte Pharma, una de las principales razones del envejecimiento es el estrés oxidativo que sufren las células del organismo.
“Este estrés oxidativo provoca que los radicales libres, subproductos del metabolismo, puedan dañar el ADN, grasas y proteínas de nuestro cuerpo, causando el envejecimiento prematuro”, explican.
Esto, sumado a una mala alimentación (consumo excesivo de grasas saturadas, azúcar, aditivos químicos, etc.) y hábitos poco saludables como el consumo de tabaco, alcohol o una vida sedentaria, genera que el organismo sea incapaz de repararse por sí mismo el daño celular que provocan los radicales libres.
En ese sentido, es pertinente tener en cuenta que existen algunas vitaminas que, por sus propiedades, pueden retrasar el envejecimiento.
Sin embargo, vale la pena resaltar que esto solo es un completo a una alimentación saludable y buenas prácticas como realizar ejercicio físico regularmente y controlar los niveles de estrés. Algunas son:
Vitamina A
De acuerdo con los expertos, esta vitamina previene y retarda los efectos del envejecimiento tanto en el interior como en el exterior. De hecho, también se le conoce como retinol, un famoso ingrediente que está presente en las fórmulas de centenares de suplementos y productos fáciles antienvejecimiento.
De acuerdo con Mayo Clinic, la vitamina A cuenta con propiedades antioxidantes.
“Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger las células contra los efectos de los radicales libres, es decir, moléculas generadas cuando el cuerpo descompone los alimentos o cuando se lo expone al humo de tabaco y a la radiación”, explican en su portal web.
Por esto, incrementar su consumo es una de las recomendaciones para prevenir el envejecimiento prematuro. Se puede encontrar en alimentos como la espinaca, los productos lácteos y el hígado. Otras fuentes son los alimentos ricos en betacaroteno, como los vegetales de hoja, las zanahorias y el melón cantalupo.
Vitamina D
Esta popular vitamina, también conocida como la vitamina del sol, ya que se forma naturalmente después de la exposición al sol, además, es una de las más usadas para prolongar la longevidad y reducir enfermedades relacionadas con el envejecimiento.
“Investigaciones han demostrado que la vitamina D es eficaz para prevenir el envejecimiento prematuro al proteger la piel de la luz ultravioleta, una de las causas más comunes de arrugas y líneas de expresión”, destacan expertos de Probelte Pharma.
Aunque esta vitamina no se encuentra naturalmente en muchos alimentos, se puede obtener de leche fortificada, cereales fortificados y pescado graso, como salmón, sardinas y caballa, establece Mayo Clinic.
Vitamina E
Reconocida por sus propiedades para la visión, la reproducción, la sangre, el cerebro, esta vitamina también cuenta con nutrientes que ayudan a retrasar el envejecimiento, ya que desempeña un papel esencial en la regulación de nuestro sistema inmunológico.
Esto, además de ser un antioxidante capaz de neutralizar los radicales libres, átomos inestables que dañan las células y se han relacionado con el envejecimiento.
Es por ello que a medida que pasan los años, el cuerpo exige más cantidades de vitamina E.
Sin embargo, se agota rápidamente por los rayos del sol, por lo que se hace necesario aumentar su consumo a través de alimentos ricos en vitamina E como el aceite de canola, el aceite de oliva, la margarina, las almendras y los maníes.
Tenga en cuenta que también la puede obtener en las carnes, los productos lácteos, los vegetales de hoja y los cereales fortificados. Además, está disponible como un suplemento oral en forma de cápsulas o gotas.