Lo que entra en el organismo es de gran importancia para mantener una buena salud física. Es que es por medio de los alimentos que el cuerpo recibe las vitaminas, minerales y otros nutrientes que son necesarios para que los procesos metabólicos sucedan con normalidad, así como para que los órganos y sistemas funcionen de manera correcta.
“Llevar una dieta sana a lo largo de la vida ayuda a prevenir la malnutrición en todas sus formas, así como diferentes enfermedades no transmisibles y trastornos. Sin embargo, el aumento de la producción de alimentos procesados, la rápida urbanización y el cambio en los estilos de vida han dado lugar a un cambio en los hábitos alimentarios. Actualmente, las personas consumen más alimentos hipercalóricos, grasas, azúcares libres y sal/sodio; por otra parte, muchas personas no comen suficientes frutas, verduras y fibra dietética, como por ejemplo cereales integrales”, comenta la entidad.
No obstante, como detalla el organismo internacional, el aumento sustancial en el consumo de ciertas sustancias ha dado paso en el incremento del padecimiento de ciertos males. Una de estas son las bebidas alcohólicas, las cuales tienen una extensa lista de consecuencias.
“El alcohol, sustancia psicoactiva con propiedades causantes de dependencia, se ha utilizado ampliamente en muchas culturas durante siglos. El uso nocivo del alcohol causa una alta carga de morbilidad y tiene importantes consecuencias sociales y económicas. Su consumo nocivo también puede perjudicar a otras personas, por ejemplo a familiares, amigos, compañeros de trabajo y desconocidos”, comenta la OMS.
Asimismo, se agrega que “el consumo de alcohol es un factor causal en más de 200 enfermedades, traumatismos y otros trastornos de la salud. Está asociado con el riesgo de desarrollar problemas de salud tales como trastornos mentales y comportamentales, incluido el alcoholismo e importantes enfermedades no transmisibles tales como la cirrosis hepática, algunos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares”.
En ese sentido, una de las bebidas alcohólicas más perjudiciales puede llegar a ser el vino. Uno de los daños que causa es en el sistema gastrointestinal, pues irrita directamente el revestimiento del estómago y se incrementa la liberación de ácidos, lo cual puede provocar náuseas y malestar en la barriga.
Por otra parte, de acuerdo al Instituto Nacional del Abuso del Alcohol y el Alcoholismo, “el metabolismo del alcohol, principalmente por el hígado, genera el compuesto acetaldehído, un subproducto tóxico y de corta duración que contribuye a la inflamación del hígado, páncreas, cerebro, tracto gastrointestinal y otros órganos”.
No obstante dentro de todo, no todo en el vino es negativo.
¿Cuál es el tipo de alcohol que menos daño le hace al cuerpo?
Expertos en el tema indican que hay un tipo de alcohol que es el que menos daño le hace al cuerpo. Se trata del vino, este puede contrarrestar el envejecimiento prematuro, contribuir al tratamiento de las encías infectadas, ayudar a la pérdida de peso y reducir significativamente los niveles de colesterol.
Entretanto, el portal Guarda 14 explica cuánto alcohol tiene cada bebida:
Destilados
- Absenta: entre 65 y 89 grados.
- Ron: entre 30 y 80 grados.
- Whisky: entre 40 y 62 grados.
- Orujo: entre 40 y 60 grados.
- Vodka: entre 37 y 60 grados.
- Mezcal: 55 grados.
- Tequila: entre 37 y 50 grados.
- Ginebra: entre 35 y 47 grados.
Fermentados
- Vino: entre 3,5 y 15 grados.
- Cerveza: entre 2,5 y 15 grados.
- Sidra: entre 5 y 7 grados.
“También existen casos extremos donde la graduación de alcohol supera el 95 %. El título de la bebida con más alcohol del mundo se reparte entre un vodka de Polonia, un aguardiente de Bolivia y un licor de grano de Estados Unidos”, revela Guarda 14.