Pese a las malas noticias que todos los días conocemos sobre el coronavirus, tantos muertos y tragedias, hay datos en medio de la pandemia que alimentan la esperanza de que pronto la humanidad superará esta crisis.
Desde hace un par de semanas, por ejemplo, los médicos colombianos cuentan con una guía de 102 páginas para tratar a los pacientes con el virus. El nombre del documento es largo: ‘Consenso colombiano de atención, diagnóstico y manejo de la infección por SARS-COV-2/COVID-19 en establecimientos de atención de la salud’.
Allí, explica el doctor Ricardo Corrales, especialista en Medicina Interna de una clínica del sur de Cali, se especifica que los pacientes con síntomas leves, que en el país son la mayoría, (y esa ya esa una gran noticia) no requieren tratamiento. Son aquellos que presentan tos seca, algo de fiebre, fatiga, pero que pueden respirar con normalidad. En esos casos el manejo es como una gripa común y corriente: aislamiento en la casa para evitar otros contagios, acetaminofén, líquidos.
A los pacientes que se deben hospitalizar o ingresar a cuidados intensivos, en cambio, se les suministra una combinación de medicamentos. Dos de esas medicinas que se están probando son la cloroquina y la hidroxicloroquina. Se trata de fármacos antimaláricos y antiinflamatorios indicados en enfermedades como la artritis reumatoidea y el lupus.
Según los primeros estudios, en los pacientes con Covid -19 estos medicamentos interfieren en la entrada del virus a las células y combaten uno de los síntomas más peligrosos: la inflamación severa que genera el cuerpo como respuesta al virus. En algunos casos, además de la hidroxicloroquina, la adición de azitromicina en la terapia de los pacientes más graves logra la eliminación del Covid - 19. Así también lo había revelado el doctor Juan Diego Vélez de la Clínica Valle del Lili hace unos días.
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Sin embargo, los doctores Vélez y Corrales coinciden en afirmar que tanto la cloroquina como la hidroxicloroquina y la azitromicina se deben suministrar bajo una estricta vigilancia electrocardiográfica.
– Cuando empezamos a utilizar estos medicamentos tenemos que hacer un seguimiento de los pacientes. La azitromicina y la cloroquina tienen un efecto en el corazón. Prolongan algo que se llama el ‘Intervalo QT’. Es algo así como el tiempo que alcanza el corazón a volver a coger energía. Si en el seguimiento vemos que el ‘Intervalo QT’ se empieza a prolongar, el medicamento se suspende. Con esto pretendo explicar que estas medicinas, mal utilizadas, pueden causar paros cardiacos y arritmias. También problemas oculares. Ya hay reportes en el mundo de muertes súbitas por automedicarse, o pacientes que llegan a las clínicas con arritmias porque se toman estos fármacos sin una indicación clara. En Colombia es preocupante que dichos medicamentos comienzan a agotarse y los pacientes con otras enfermedades que sí los necesitan no los encuentran — dice el doctor Corrales.
Hay que tener cuidado, entonces. Se sabe de personas que venden kits con tapabocas, guantes, cloroquina y azitromicina, que nadie se las puede tomar por su cuenta sin ningún seguimiento médico como si se tratara de aspirinas.
Otros de los medicamentos que se están usando para combatir al Covid – 19 en Colombia son fármacos recetados para pacientes con VIH, como el lopinavir/ritonavir, y la ribavirina. Algunos estudios reportan que en ciertos enfermos la terapia combinada con estos medicamentos logra disminuir la carga viral del coronavirus. En caso de que un paciente presente lo que los médicos llaman ‘Tormenta de Citoncinas’, que es una inflamación severa del cuerpo para luchar contra el coronavirus (ocurre en pacientes en cuidados intensivos) se suministra tocilizumab, un fármaco biológico que controla esa inflamación.
Además, hay otra medicina que se sigue estudiando, la remdesivir, que se utilizó en su momento para combatir el ébola y que podría ser eficaz en la actual pandemia.
En todo caso el doctor Corrales aclara que aún en el mundo no hay un tratamiento definitivo contra el coronavirus. Los medicamentos que se están suministrando son producto de lo aprendido en China, donde comenzó la pandemia, e Italia, España y Francia, las naciones más golpeadas. La mayoría de los estudios sobre esta enfermedad tan nueva – 4 meses – se están haciendo allá.
– En la clínica donde trabajo se han utilizado estas medicinas. La mayoría de los pacientes que las han necesitado ha respondido bien. Otros no tanto. Es más o menos el reflejo de lo que sucede en otras partes. Hay un grupo de pacientes que no van a tener una respuesta tan favorable, aunque la mayoría alcanza a tener una evolución buena – dice el doctor Corrales.
De otro lado, un médico colombiano radicado en España, el doctor Gabriel Serrano Sanmiguel, CEO de Laboratorios Sesderma, hizo un estudio con 75 pacientes contagiados con el Covid – 19, en el que se encontró que al parecer una sustancia llamada lactoferrina podría curar la enfermedad, “dependiendo de la dosis empleada”. El doctor le suministró a los pacientes Lactyferrin Forte Solución, un suplemento dietario (registrado por su laboratorio).
“El ensayo, llevado a cabo entre pacientes de la ciudad de Valencia, se amplió a otros cuatro pacientes hospitalizados e intubados con signos analíticos de alto riesgo y prácticamente desahuciados que respondieron con éxito al tratamiento con Lactyferrin propuesto”, dice un documento de Sesderma.
La lactoferrina es una sustancia presente en la leche, que en teoría actúa como defensora ante agresiones de bacterias, virus y hongos, y en el caso del coronavirus, al parecer impide que este se adhiera a las células. Si la persona ya está infectada, evita la replicación del virus. Los hallazgos le fueron comunicados a las autoridades sanitarias españolas para que los evalúen.
Mientras tanto, en el mundo se trabaja lo más rápido posible en una vacuna contra el coronavirus. China acaba de anunciar que fueron aprobados los primeros ensayos en humanos de dos vacunas experimentales.
Según la agencia AFP, una de las vacunas fue desarrollada en Pekín por el laboratorio farmacéutico Sinovac Biotech. La segunda fue desarrollada por el Instituto de Productos Biológicos y el Instituto de Virología, ambos de Wuhan, donde comenzó la epidemia.
Pekín, además, ya había aprobado los primeros tests el 16 de marzo de 2020 para una vacuna desarrollada por la Academia Militar de Ciencias Médicas y el grupo de biotecnología CanSino, que aseguró en un comunicado: “la vacunación de sujetos durante la fase 1 de las pruebas clínicas, así como el reclutamiento de voluntarios para la fase 2 de los ensayos, comenzaron el 9 de abril. Se trata de la primera vacuna en el mundo contra el coronavirus en haber comenzado los estudios clínicos de la fase 2”.
Hasta empresas dedicadas a fabricar cigarrillos están intentando encontrar esa vacuna. El grupo British American Tobacco (BAT) anunció que una de sus filiales biotecnológicas diseña una vacuna contra el coronavirus usando hojas de tabaco. La compañía Jhonson & Jhonson, además, ya trabaja en una vacuna experimental usando la misma tecnología que se empleó para desarrollar una vacuna contra el ébola.
Igualmente, la compañía estadounidense Pfizer y la alemana BioNTech trabajan juntas en una vacuna contra el Covid – 19 a la que han llamado BNT162.
Sin embargo, en cualquier caso el plazo estimado para desarrollar una vacuna y tenerla disponible para la humanidad es de entre 12 y 18 meses, así que por ahora hay que buscar otras alternativas para salvar vidas.
Una de ellas es el plasma de los pacientes curados. Tanto en Francia como en China y en Estados Unidos se estudia la transfusión a los enfermos de Covid - 19 de plasma sanguíneo de personas que han superado el virus, por lo que desarrollaron anticuerpos. Eldad Hod, especialista de transfusiones que dirige este estudio en el hospital Irving de la Universidad de Columbia en Nueva York, calcula que cada donación de plasma podría salvar entre tres y cuatro vidas.
En China también se realizaron transfusiones de plasma al inicio de la pandemia, y se concluyó que en algunos pacientes mejoró su estado clínico.
También, el grupo japonés Fujifilm prueba la eficacia de su medicamento antigripal Avigan para tratar pacientes afectados por el nuevo coronavirus, “tras resultados alentadores de otros estudios realizados en China con ese producto”.
Hay otros científicos que están buscando la cura en el mar. En dos hospitales de París inyectan una solución producida a partir de la hemoglobina de un gusano marino, “capaz de transportar 40 veces más oxígeno que la hemoglobina humana”. Con ello, explicaron los médicos, se pretende aliviar los problemas respiratorios de los enfermos y mejorar la oxigenación de los tejidos.
Sin duda son buenas noticias. Aunque lo que en realidad alimenta la esperanza de superar esta pandemia pronto es una estadística de la Organización Mundial de la Salud: ya son 500 mil las personas que superaron el coronavirus alrededor del mundo.