La enfermedad de Parkinson es un trastorno progresivo que afecta el sistema nervioso y las partes del cuerpo controladas por los nervios; cabe destacar que los síntomas de esta enfermedad aparecen lentamente.
En las etapas iniciales de la enfermedad de Parkinson, el rostro puede tener una expresión leve o nula. Es posible que los brazos no se balanceen cuando caminas, el habla puede volverse suave o incomprensible; los síntomas de la enfermedad de Parkinson se agravan a medida que la afección evoluciona. A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas.
Es el caso del Prasinezumab, un anticuerpo monoclonal que disminuye el empeoramiento de los síntomas motores en personas con Parkinson que presentan una rápida progresión de la enfermedad.
Los hallazgos, derivados de un análisis de datos de un ensayo clínico de fase 2, han sido publicados en ‘Nature Medicine’, y ofrecen esperanza en la búsqueda de tratamientos efectivos para este debilitante trastorno neurodegenerativo.
Los resultados sugieren que la eficacia clínica de Prasinezumab, que actúa uniéndose a los agregados de la proteína alfa-sinucleína, se observa transcurrido un año del tratamiento en este tipo de pacientes.
Los ensayos iniciales de Prasinezumab en 316 pacientes con la enfermedad en etapa temprana arrojaron resultados no tan alentadores.
Sin embargo, al examinar más de cerca, los investigadores identificaron subconjuntos de pacientes con síntomas motores de rápida progresión que mostraron respuestas prometedoras al tratamiento.
Algunos de los síntomas de la enfermedad de Parkinson son:
- Temblores: Las sacudidas rítmicas, llamadas temblores, generalmente comienzan en una extremidad, a menudo la mano o los dedos. Es posible que frotes el pulgar y el índice de un lado a otro, lo que se conoce como “temblor de rodamiento de la píldora”. Puede que te tiemble la mano mientras estás en reposo y que el temblor disminuya cuando lleves a cabo alguna tarea.
- Lentitud en los movimientos, también llamado bradicinesia: Con el tiempo, la enfermedad de Parkinson puede ralentizar tus movimientos, y hacer que las tareas simples te resulten complicadas y te lleven más tiempo. También es posible que des pasos más cortos cuando camines o que te resulte más difícil levantarte de una silla. Además, puede que arrastres los pies al intentar caminar.
- Rigidez muscular: La rigidez muscular puede ocurrir en cualquier parte del cuerpo. Los músculos rígidos pueden causarte dolor y limitar tu amplitud de movimiento.
- Deterioro de la postura y el equilibrio: Es posible que adoptes una postura encorvada. Además, podrías caerte o tener problemas de equilibrio como consecuencia de la enfermedad de Parkinson.
- Pérdida de los movimientos automáticos: Es posible que se reduzca la capacidad para realizar movimientos inconscientes, como parpadear, sonreír o mover los brazos al caminar.
- Cambios en el habla: Es posible que hables a un volumen muy bajo o muy rápido, insultes o dudes antes de hablar. Además, tu discurso puede volverse más monótono en lugar de seguir los patrones del habla habituales.
- Cambios en la escritura: Puede que te resulte difícil escribir y tu letra puede parecer pequeña.