En el aire pueden encontrarse un sinnúmero de bacterias que pueden contaminar los alimentos, por tal razón, expertos recomiendan atender esta serie de recomendaciones para mantener en buen estado frutas y verduras cortadas.
Lo primero que debe tenerse en cuenta al momento de manipular las frutas es la salubridad del entorno, en especial de elementos como tablas, cuchillos y demás utensilios que hagan contacto directo. Por tal motivo se sugiere realizar una limpieza profunda con agua y jabón de aquellos instrumentos que vayan a ser utilizados.
De acuerdo con la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, es importante preservar las frutas cortadas a una temperatura baja. Lo anterior impedirá que puedan aparecer bacterias como la Salmonella, Listeria o E. coli.
Un estudio de ese organismo identificó que la Salmonella puede reproducirse más rápido en un melón cortado a temperatura ambiente que en otro refrigerado, incluso, sin presentar algún tipo de daño aparente en su estado.
Frutas como el melón, sandía, papaya y piña pueden estar expuestas a temperatura ambiente por tres horas, sin embargo, después de ese lapso de tiempo se recomienda que sean conservadas en un refrigerador para evitar el deterioro de las mismas. La normatividad europea sugiere que las frutas cortadas y peladas se mantengan a una temperatura igual o inferior a 4° C.
¡Tenga en cuenta!
Expertos recomiendan cortar las frutas en pequeñas porciones que puedan ser consumidas de forma rápida. Además, sugieren evitar aquellas frutas con un alto grado de maduración o que presenten algún tipo de herida o hendidura en su superficie.
Otro consejo es elegir un recipiente hermético para almacenar las frutas, eso evitará la entrada de oxígeno, que en últimas es lo que acelera el proceso de oxidación. Un toque de limón también puede servir de antioxidante, expertos aseguran que ello es útil para prevenir el deterioro acelerado de las mismas.