Tomar aloe vera para el estreñimiento es uno de los remedios naturales que resultan ser muy eficaces para combatir todos los síntomas que provoca este trastorno gastrointestinal. Con el aloe vera se podrán aliviar esos dolores abdominales molestos, reducir la hinchazón del vientre y deshacer la sensación de pesadez. La sábila se torna muy beneficiosa para tratar otro tipo de enfermedades, pues también es magnífica para algunas condiciones gástricas.
Dentro de estas condiciones se encuentran los problemas del tránsito intestinal lento y la dificultad de evacuación y todo eso se debe a sus propiedades de laxantes y purgantes.
¿Qué propiedades tiene el aloe vera para el estreñimiento?
El estreñimiento es un trastorno digestivo muy común y que ocurre cuando hay dificultad para evacuar las heces. Esta situación resulta ser molesta y puede terminar ocasionando síntomas como los dolores abdominales, inflamación, flatulencias, molestias rectales y pérdida de apetito. Estos suelen ser causado por una falta de fibra significativa en la dieta diaria, por lo que esa falta de nutrientes provoca alteraciones en el tránsito intestinal.
De igual manera, este puede ser consecuencia de la deshidratación, sedentarismo, estrés, toma de ciertos medicamentos, el embarazo, del simple hecho de retrasar el momento de ir al baño cuando se tienen ganas de evacuar o de otras enfermedades. Dentro de los remedios naturales que combaten el estreñimiento se destaca el aloe vera o la sábila, pues es una planta beneficiosa para el tratamiento de los diferentes problemas digestivos. Las propiedades que la hacen tan efectiva para esta condición son:
- Cuenta con unas ligeras propiedades laxantes y purgantes que ayudan a que el intestino pueda evacuar con una mayor facilidad.
- Promueve los movimientos intestinales.
- Mejora y regula el tránsito intestinal.
- Ayuda a disipar toda la materia fecal acumulada en el colon.
- Favorece el equilibrio de la flora intestinal, restaurando la cantidad de aquellas bacterias que son saludables.
- Estimula las glándulas digestivas, lo cual mejora muchísimo tanto el funcionamiento del estómago, como de otros órganos vitales (riñones, hígado, vesícula biliar).
- Limpia el tracto intestinal, dejándolo libre de materia fecal y toxinas acumuladas.
¿Cuáles son las formas de tomar aloe vera?
Teniendo claro sus beneficios para mejorar el tránsito intestinal, esta es importante para el estreñimiento. Es por eso que se puede tomar de dos maneras distintas, pero resulta importante asegurarse con antelación de cuál es el mejor tratamiento, como también se debe evitar la dosis recomendada por el médico o nutricionista.
Jugo de aloe vera
Con una hoja de sábila se puede extraer el líquido para preparar el jugo que ayudará a las personas a combatir el estreñimiento. Primero se deberá lavar la planta con agua fría, posteriormente cortar los dos extremos y los laterales para retirar las espinas. De igual manera, al cortarla por la mitad y con la ayuda de una cuchara, se puede ir extrayendo el gel transparente que hay dentro. Ese gel se añade a la licuadora y se agrega zumo de limón o naranja.
La preparación se deberá guardar en la nevera y se deberá consumir antes de una semana. Posteriormente, se debe agregar 2 o 3 cucharadas del jugo de aloe vera a un vaso de agua y se debe tomar en la mañana, en ayunas. Es importante que este tratamiento no se alargue por más de siete días.
Cápsulas de aloe vera
Otra de las maneras de aliviar el estreñimiento es por el consumo de cápsulas o pastillas de aloe vera, las cuáles pueden comprarse en farmacias o tiendas especializadas en la venta de productos naturales. En este caso, se tendrá que tomar un compromiso el día antes de la comida, acompañado con un vaso de agua. Se debe leer con atención el prospecto o el envase del fármaco, como también respetar en todo momento la dosis que se indica.
Contraindicaciones del aloe vera
Pese a que esto puede ayudar a combatir el estreñimiento y mejorar el tránsito intestinal, se debe saber que el consumo del mismo no está aconsejado en algunos casos como:
- Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
- Niños menores de 12 años.
- Personas con síndrome de intestino irritable, colitis o enfermedad de Crohn.
- Personas que están tomando corticoides.
- Personas con enfermedades hepáticas o vesiculares.
En caso de presentar dudas, lo mejor será siempre consultar al médico.