Hay muchas personas que en algún momento de sus vidas han sentido una especie de ataque de pánico que sucede durante la noche que en ocasiones puede llegar a ser tan fuerte que pueden presentarse sin un desencadenante en especial y pueden despertar a la persona del sueño.

Asimismo, igual que con los ataques de pánico diurnos, en los nocturnos se puede generar sudoración, acelerarse la frecuencia cardíaca, temblores fuertes, falta de aire, dificultad para respirar o hiperventilación, escalofríos, y una sensación fuerte y constante de que algo muy malo va a suceder pronto.

Respiración profunda y técnicas de relajación, son algunas recomendaciones para controlar el ataque de pánico. Foto: Getty images. | Foto: GettyImages

De hecho, algunos estudios han revelado que estos signos y síntomas son similares a los de un ataque al corazón o a los de otras enfermedades graves; sin embargo, la diferencia es que aunque los ataques de pánico nocturnos son fuertes y generan sensaciones desagradables, no representan un riesgo para la salud.

Hay un patrón común y es que los ataques de pánico nocturnos suelen presentarse con mayor frecuencia en las personas que también suelen tenerlos durante el día.

En ocasiones es muy difícil volver a conciliar el sueño. | Foto: Tara Moore

Por el momento no se sabe a ciencia exacta qué es lo que causa los ataques de pánico, pero algunos factores que se relacionan puede ser la genética, el estrés y algunos cambios en el funcionamiento de algunas partes del cerebro. En varias ocasiones esta condición puede preexistente por un trastorno del sueño o un problema de tiroides, que puede provocar signos como los del pánico.

Para tratar esta condición, se realiza un tratamiento de terapia cognitiva que en ocasiones requiere acompañamiento de medicamentos y puede ayudar a prevenir los ataques de pánico y su intensidad.