El pepino es un alimento con grandes propiedades y beneficios para la salud. Es una hortaliza estrella con derecho propio. De lo contrario, no hubiera comenzado su cultivo en el sur de la India hace más de 3.000 años, no hubiera aparecido en la leyenda de Gilgamesh del reino de Uruk (actualmente Irak y Kuwait) ni en la Biblia, no hubiera llegado a Egipto y se hubiera convertido en uno de los manjares preferidos de los faraones, no hubiera conquistado Grecia y Roma, ni Cristóbal Colón se lo hubiera llevado a América en su segundo viaje.
Propiedades del pepino
Las propiedades del pepino se deben a su aporte equilibrado de nutrientes (proporciona ácido fólico, magnesio, potasio, vitamina C y B5 en buenas cantidades), lo que contrasta con su bajo aporte calórico. Un pepino mediano de unos 250 gramos apenas suponen 30 calorías para el organismo y, sin embargo, ofrece un rico abanico de nutrientes:
Es rico en vitamina C: Esta hortaliza aporta vitamina C, esencial para estimular el sistema inmunitario (250 gramos cubren el 13% de las necesidades diarias). Este antioxidante natural es también básico para la producción de colágeno y protege frente al daño que los radicales libres pueden causar sobre las membranas celularles.
Aporta vitaminas del grupo B: Una pieza mediana de pepino proporcionan al organismo el 18 % del ácido fólico necesario y el 10% de la vitamina B5 que necesita.
Fuente de minerales imprescindibles: Contiene minerales como el potasio y oligoelementos como el silicio (básico para la formación del colágeno en la piel y los tejidos blandos del organismo), el molibdeno, el cobre y el manganeso (esenciales para la formación de determinados antioxidantes), con un aporte que cubre el 5% de las necesidades diarias con 250 gramos.
Campeón en potasio: El potasio, un mineral esencial para regular la tensión arterial y la transmisión del sistema nervioso, es el más presente en el pepino. Este mineral es también el que convierte el pepino en un alimento depurador y diurético.
Beneficios del pepino
Refrescante por encima de todo por su alto contenido en agua, el pepino resulta muy digestivo, depurativo, diurético, calmante y saludable para el corazón debido a sus esteroles, unas sustancias que se concentran sobre todo en su piel y que han demostrado su eficacia para reducir el colesterol.
Ayuda a adelgazar: Es un ingrediente básico en los menús hipocalóricos debido a su ligereza (250 gramos aportan tan solo 30 calorías) y a su poder saciante.
Diurético y depurativo: El potasio, imprescindible para regular la tensión arterial y para el buen funcionamiento del sistema nervioso, es el mineral más abundante en el pepino. Este mineral es también el que convierte al pepino en un alimento diurético útil para ayudar al organismo a depurarse.
Este efecto diurético, sumado a su bajo aporte calórico y el efecto saciante de su fibra, hacen que también se considere un ingrediente básico de las dietas para adelgazar y eliminar líquidos.
Su gran aporte de agua y potasio ayudan, por otra parte, a eliminar líquidos y la indeseable celulitis.
Cuida la piel: La piel también se beneficia del consumo de pepino y no solo por el efecto depurativo. La vitamina C (un pepino de 250 g cubre el 13% de las necesidades diarias) no solo estimula las defensas y protege las células del daño de los radicales libres; además es esencial para que podamos producir colágeno y mantener la piel sana y tersa.
El silicio que aporta el pepino es, por otra parte, un oligoelemento básico para la formación del colágeno en la piel y los tejidos blandos del organismo. Y el molibdeno, el cobre y el manganeso son necesarios para la formación de determinados antioxidantes.
Protege el corazón y reduce el riesgo de cáncer: Investigaciones realizadas en la Universidad París Sur-París XI y en el Instituto Gustave-Roussy (Francia) han demostrado que los lignanos denominados lariciresinol, pinoresinol y secoisolariciresinol presentes en el pepino ejercen un efecto protector frente a enfermedades cardiovasculares y ante varios tipos de cáncer, como los de mama, útero, ovario y próstata.
A las propiedades del pepino contra el cáncer también contribuyen las cucurbitacinas, unos terpenos que confieren a esta hortaliza su sabor amargo y que, según estudios realizados con animales, parecen bloquear las señales celulares que permiten la multiplicación de las células cancerígenas.
Mejora el sistema inmunitario: Su vitamina C, de gran poder antioxidante, es esencial para estimular el sistema inmunitario. También protege contra el daño que los radicales libres causan en las membranas celulares.
Entre sus minerales destaca el silicio, esencial para la formación del colágeno que forma parte de la estructura de la piel y de los tejidos blandos del cuerpo. El manganeso y el cobre son, por otra parte, cofactores necesarios para la síntesis de potentes compuestos antioxidantes. El cobre, además, participa en la defensa inmunitaria y el molibdeno ayuda a prevenir la anemia y las caries.
En cuanto a la presencia de potasio, al resultar diurético y depurativo favorece la regulación de la tensión arterial. También es importante para la generación y transmisión del impulso nervioso. Se combina con buenas dosis de magnesio, de suave efecto tranquilizante y laxante.