El café es una de las bebidas más consumidas en el mundo, este es apreciado por su sabor, por su capacidad para proporcionar un impulso de energía sin importar qué hora sea, y porque contiene poderes antioxidantes.
A pesar de sus diversos beneficios, ha crecido un manto de duda en torno a si el consumo de café está más relacionado con un hábito hereditario que a un simple gusto.
Al respecto, un artículo publicado por Público, reveló que investigadores del Departamento de Anatomía y Biología Celular de la Facultad de Medicina y Odontología Schulich de la Universidad Western en Ontario (Canadá) y el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de San Diego de la Universidad de California (EE.UU), encontraron evidencia de que la predisposición a consumir café si puede estar influenciada por factores genéticos.
“Utilizamos estos datos para identificar regiones del genoma asociadas con si alguien tiene más o menos probabilidades de consumir café. Y luego identificar los genes y la biología que podrían subyacer al consumo de café”, inidcó Hayley HA Thorpe, de la Universidad Western en Ontario y autora principal del artículo, publicado en la revista Neuropsychopharmacology.
La investigación comparó las características del consumo de café de una base de datos 23andMe con un conjunto aún mayor de registros en el Reino Unido.
De acuerdo con Thorpe, el equipo recolectó datos genéticos y cifras autoinformadas de consumo de café para llevar a cabo un estudio de asociación del genoma completo (GWAS). El objetivo era identificar vínculos entre los genes asociados con el consumo de café y los rasgos o condiciones de salud relacionados.
“Teníamos buenas razones para sospechar, a partir de artículos anteriores, que había genes que influyen en la cantidad de café que una persona consume”, dijo la autora principal del artículo.
A esa voz se sumó Abraham Palmer, también investigador principal del artículo y profesor en el Departamento de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de UC San Diego, quien estableció: “No nos sorprendió descubrir que en ambas cohortes que examinamos había evidencia estadística de que se trata de un rasgo hereditario”.
Y concluyó sobre la pesquisa: “En otras palabras, las variantes genéticas particulares que heredas de tus padres influyen en la cantidad de café que probablemente consumas”.