El hígado es uno de los órganos internos más grandes. Es el encargado de regular la mayor parte de los niveles químicos de la sangre y de excretar la bilis, producto que ayuda a descomponer las grasas y las prepara para su posterior digestión y absorción.

El hígado requiere de una buena salud, ya que de él dependen muchas funciones. | Foto: Getty Images

Toda la sangre que sale del estómago y de los intestinos atraviesa el hígado.

Este órgano tiene múltiples funciones: filtra y elimina sustancias tóxicas, ayuda a la digestión, fabrica proteínas, enzimas y glucosa, y además almacena nutrientes.

Al mal funcionamiento del hígado se le denomina insuficiencia hepática aguda, la cual también es conocida como insuficiencia hepática fulminante, y puede causar complicaciones graves como sangrado y más presión en el cerebro.

A cuidarlo

Su protección es clave, sobre todo para evitar futuros problemas. Por ello los profesionales de la salud recomiendan el consumo de cinco alimentos claves, que deben acompañarse de una dieta sana y nutritiva.

Incorporar las legumbres a la dieta es un buen paso, ya que estas son fuente de proteínas. | Foto: Getty Images

“Por muchos alimentos beneficiosos para el hígado que tomemos, si no acompañamos el día a día con una alimentación saludable en general, uno o dos alimentos por sí solos no nos protegerán nada”, indicó Cristina Sabaté, dietista y nutricionista del centro Julia Farré de España.

Añadiendo además que “sí hay algunos alimentos que destacan por contribuir a la buena salud del hígado”.

Cinco alimentos indispensables

1. Alimentos con omega 3

El pescado es un alimento rico en ácidos Omega 3, el cual ayudará a reducir la grasa del hígado. Lo recomendable, según la especialista, es ingerir nueces y también pescado azul como sardinas, salmón o caballa. A esto también se suman las semillas de chía y de lino que también son ricas en omega 3.

2. Cereales integrales

Poseen un gran contenido de fibra alimentaria, ayudando a que el colesterol no se absorba tanto y que el hígado no acumule tanto colesterol. Uno de los cereales que más se destaca es la avena, debido a su contenido de betaglucanos.

“Hay estudios que aseguran que los betaglucanos de la avena ayudan a reducir el nivel del colesterol”, mencionó la nutricionista.

Aunque cabe mencionar que al consumir la avena en bebida no aportará la misma cantidad de fibra, pues en ese caso esta será mínima.

Una de las mejores fuentes de fibra alimentaria es el arroz integral, que además es rico en vitamina B6.

3. Aceite de Oliva

Lo importante de este aceite es la vitamina E, que al ser un antioxidante protege al organismo de las inflamaciones hepáticas.

4. Verduras

Las verduras con efecto colerético promueven la secreción de bilis y favorecen el proceso digestivo.

Entre ellas están el brócoli, la endibia, los espárragos verdes y las alcachofas. Cabe indicar que ésta última contiene cinarina y silimarina, sustancias antiinflamatorias que favorecen la digestión de las grasas.

5. Boldo

Esta planta es utilizada en infusiones. Posee propiedades coleréticas y colagogas que regulan el vaciado progresivo de la vesícula biliar. Es la mejor para proteger el hígado.

El hígado graso se puede presentar por la ingesta de una alimentación inadecuada. | Foto: Getty Images

Ojo con el consumo de sal

La sal es uno de los principales ingredientes a la hora de cocinar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), casi en todo el mundo consumen más de dos gramos de sodio al día y el 75 % de la sal que utilizan proviene de alimentos ultraprocesados y comida chatarra.

Tenga presente que el exceso de sodio puede causar retención de líquidos, lo que ejercerá una presión adicional sobre el hígado.

Además, la retención de líquidos podría dificultar el flujo sanguíneo adecuado a través del hígado, lo que llevaría a la acumulación de grasa y el desarrollo de enfermedades hepáticas como la esteatosis hepática o hígado graso, la cirrosis y la hipertensión portal.