La obstrucción de las arterias (enfermedad arterial periférica que ocurre cuando hay un estrechamiento de los vasos sanguíneos fuera del corazón) sucede cuando la placa (sustancia compuesta por grasa y colesterol) se acumula en las paredes de las arterias que abastecen de sangre a brazos y pierna, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Asimismo, indicó que el principal factor de riesgo de la enfermedad arterial periférica es el fumar, pero también indicó que otros factores que influyen son el envejecimiento y afecciones como la diabetes, colesterol alto, presión arterial alta, enfermedad cardiaca y accidente cerebrovascular.

Además, puntualizó que los principales síntomas de la obstrucción de arterias son:

  • Dolor, entumecimiento, molestia o pesadez en los músculos de las piernas, y esto ocurre al caminar o subir escaleras.
Las obstrucciones arteriales son un problema común. | Foto: Getty Images
  • Pulso débil o ausente en piernas o pies.
  • Heridas o llagas en los dedos de los pies, pies o piernas que tardan en sanar, no sanan o sanan mal.
  • Color pálido o azulado de la piel.
  • Temperatura más baja en una de las piernas comparada a la otra.
  • Poco crecimiento de las uñas de los pies o del pelo en las piernas.
Las piernas son de las partes del cuerpo que más afectan por una mala circulación. | Foto: Getty Images

De hecho, es importante señalar que la enfermedad arterial periférica puede aumentar el riesgo de infarto, derrame cerebral y ataque isquémico transitorio.

Por ello, es fundamental prevenir la obstrucción de arterias seguir algunas recomendaciones, como:

1. Tener una buena alimentación: según el Ministerio de Salud, la alimentación saludable es aquella que proporciona los nutrientes que el cuerpo necesita para mantener el buen funcionamiento del organismo, conservar o restablecer la salud, minimizar el riesgo de enfermedades, garantizar la reproducción, gestación, lactancia, desarrollo y crecimiento adecuado. Por ello, para lograrlo, es necesario el consumo diario de frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, leche, carnes, aves y pescado y aceite vegetal en cantidades adecuadas y variadas.

2. Hacer ejercicio: hay que tratar de hacer un total de al menos 150 minutos de actividad aeróbica de moderada intensidad o 75 minutos de alta intensidad cada semana, o una combinación de ambos.

3. No fumar: Fumar aumenta el riesgo de muchos tipos de cáncer, incluido el cáncer de boca, garganta (faringe), esófago, laringe, vejiga, páncreas, riñón, cuello del útero y algunos tipos de leucemia.

4. Mantener un peso saludable: Si el índice de masa corporal (IMC) es menos de 18.5, se encuentra dentro del rango de peso insuficiente. Si el IMC es entre 18.5 y 24.9, se encuentra dentro del rango de peso normal o saludable. Si el IMC es entre 25.0 y 29.9, se encuentra dentro del rango de sobrepeso. Si el IMC es 30.0 o superior, se encuentra dentro del rango de obesidad.

5. Evitar el consumo de alcohol: La recomendación es no consumir más de un trago al día si se es una mujer y no más de dos si se es un hombre. Un trago se define como 12 onzas (350 mL) de cerveza, 5 onzas (150 mL) de vino o 1.5 onzas (45 mL) de licor fuerte.

6. Dormir bien: El doctor Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, señaló que “dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor”. Por ello, es importante señalar que los adultos necesitan de siete a ocho horas de sueño por noche.

7. Bajar el colesterol alto y la hipertensión.

Un estilo de vida saludable previene enfermedades. | Foto: Getty Images

De todos modos, la información antes dada no sustituye la asesoría médica y es de vital importancia consultar a un experto de la salud para que sea este quien explique el tema mencionado.